Mujer independiente

Por Biut y Agencias

La Sofi nunca supo cómo atraer la atención de los hombres sin que salieran corriendo después de la primera o segunda cita… A lo más. Cuando estábamos en la universidad, debe haber sido la que más citas tuvo, pero menos pololeos “serios” concretó.

Recuerdo que varias veces le dije que quizá se enamoraba muy rápido de la idea del hombre, más que del tipo en sí. Pese a que valoraba mi opinión, nunca pareció escuchar. No supe más de ella… Hasta la semana pasada.

Me la topé en un funeral y rápidamente comenzó a pedirme consejos por un tal Cristóbal, un casi-ingeniero comercial/fanático del fútbol  (“único” en Chile, según ella) que la tiene obsesionada por un mes, a pesar de haber conversado minutos con él en la fiesta de su amiga. Noté que mientras hablamos, chequeaba el perfil de Facebook del hombre y me reconoció que era algo que revisaba seguido en su día. 

“¿¡Qué hago para que se fije en mí y me invite a salir!?”, “¿Y si yo lo invito… muy mal?” “¿Cómo gustarle sin ser demasiado obvia?”, preguntaba sin pausas.  La corté cuando venía la enésima pregunta y le dije lo mismo que antes, …Y otros consejos.

Verán, la Sofi  está en sus 26 años, califica para lo que la sociedad considera como “bonita” y tiene una carrera tremendamente exitosa para su edad. Por qué entonces cuando se trata de hombres, parece tener la mitad de todo aquello: actúa de 13 años, poco atractiva e insegura de sus capacidades.

En el corto plazo es MUY cierto el mito que dice que los hombres sólo se fijan en el exterior. Eso vale para los primeros segundos, minutos, horas y a veces días de conocer a la mujer. Para ellas ES importante la facha. Pero para que un hombre (y por hombre me refiero a un hombre íntegro) diga “ok, quiero seguir con ella por un largo período” y hasta llegue a “enamorarse” de ella, ese es otro cuento.

Ahí es donde falla la Sofi, al mostrarse ultra disponible, comprometiendo su integridad para complacerlo a él. Para un hombre con intereses propios (deportes, carrera, vida social), lo menos atractivo es una mujer que venga a “infringir en su espacio” y a “dedicarse a él”,  siempre lista para ir a donde él vaya, y que nunca le dice no.

Si una mujer “dedica” su vida a su hombre, termina convirtiéndose en la última mujer que a él lo atrae: su mamá. Al “atenderlo” sobremanera, mata toda atracción posible.
 
La mujer ideal tiene su propia identidad y vive en su mundo, donde es plena y feliz, y en el que él puede percibir que no necesita un hombre para estar completa. Es ahí donde el hombre se interesa, porque ella no lo “necesita”, sino que está con él porque ella quiere. Gran diferencia. Así, lo llama y le da de su tiempo cuando ella quiere.

No se trata de ser pesada, pero la mujer ideal es independiente (en todo ámbito, incluso el financiero) que a veces está disponible, a veces no, pero eso lo maneja ella. Es la mujer que dice “hoy en la tarde tengo clase de yoga, pero salgamos mañana”, cuando la invitas a salir. Jamás le da importancia a si éste la llama y DEFINITIVAMENTE no chequea constantemente su perfil de Facebook.

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