Los matinales siempre nos revelan secretos o cosas vergonzosas de sus panelistas. Al menos esa es una de las tónicas de la exitosa sección “el matinal de Chiqui” en el Muy Buenos Días, donde la comediante Chiqui Aguayo hace que confiesen anécdotas y divertidas historias.
En esa dinámica fue que la humorista planteó un tema que de seguro te parecerá familiar: las compras compulsivas. Es decir, todo aquello que adquirimos en un rato de ansiedad o distracción y que finalmente nunca utilizamos.
Así, mientras Chiqui confesó haber pagado por artículos tan absurdos como un estuche para guardar sostenes y una estructura para enderezar juanetes, Karen Bejarano también reveló cuáles son aquellas compras a las que finalmente nunca les dio uso.
De esta forma, la cantante indicó que, en un arrebato, había consumido un alisador de pelo sólo por la curiosidad de que “no era una plancha cualquiera” y que había cedido a su impulso tras “una hora de charla sobre cómo funcionaba” donde le dio lata irse con las manos vacías.
En tanto, su otra compra fue nada menos que una depiladora láser para el hogar, motivada porque “estaba de moda la depilación láser. Pero nunca la usé, de hecho no sé usarla”.
Lejos de las bromas, las compras compulsivas pueden llegar a ser graves. Y, aunque ninguno de los panelistas del matinal de TVN llevó a tanto su adicción, sí es una situación que puede provocar problemas.
“La oniomania o compra compulsiva es un trastorno psicológico cuyo síntoma es un deseo desenfrenado por comprar sin una necesidad real, frecuente en personas que padecen trastornos del estado de ánimo”, explicó la sicóloga Alba Ortiz en el sitio Cipsiapsicólogos.com.
Y agregó que “se trata realmente de una condición bastante seria que, al igual que cualquier otra adicción y desorden, causa estragos a niveles personales, familiares y financieros”.
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