Sansa Starken es uno de los emblemáticos personajes de la exitosa serie Game of Thrones, que ya está llegando a su fin y junto a eso han comenzado a salir los secretos tras bambalinas.
Uno de estos fue el que reveló la joven de 22 años, Sophie Turner, la mujer detrás del personaje de Sansa, quién contó en una entrevista a InStyle que durante las grabaciones de la serie no le permitían lavarse el pelo.
“En las primeras temporadas podía lavármelo porque era una joven aristocrática, pero desde la temporada 5, me comenzaron a pedir que no me lo lavara, y era asqueroso”, señaló.
¿La razón? La actriz es rubia, pero su personaje luce una larga cabellera pelirroja que necesitaba verse sucia ante las cámaras.
Sin embargo, esta situación era muy desagradable para la chica ya que, en algunas escenas, nieve falsa y grasosa caía sobre su cabello, por lo que se le quedaba pegada al casco.
La actriz sólo se liberó de esta situación en las últimas temporadas, cuando se le permitió usar peluca. No obstante, las consecuencias de esta práctica pudieron ser nefastas, desde “mal olor, formación de costras en el cuero cabelludo, caspa, y finalmente riesgos de infección micótica (hongos), ya sea por la grasa o el rascado debido a la picazón de la irritación producida por el exceso de grasa, piel y costras”, explicó doctor Rodolfo Klein, de Clínica Santa María.
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