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Cómo identificar a una compradora compulsiva

A todas las mujeres les encanta ir de compras, pero algunas veces esta actividad se va de las manos para convertirse en una obsesión.

Por Bárbara Martinez /@baarbaraelisa

No se trata de satisfacer una necesidad o un deseo, sino de algo más complejo. Salir de compras es una actividad de ocio o necesidad, pero el problema viene cuando el funcionamiento normal de una persona se ve afectado por las inmensas ganas de comprar y comprar, incluso cuando no lo necesitan.

Ellas tienen el llamado Síndrome de la Compra Compulsiva o Trastorno de compras compulsivas, que pertenece a la categoría de trastornos de control de los impulsos. Pero no te confundas, si te gusta comprar no significa que seas una compradora compulsiva. Aquí te contamos cómo es y cómo actúa una persona con este trastorno.

Perfil de un comprador compulsivo

1. La compra compulsiva la sufren aquellas personas que compran sólo por el placer de comprar, no porque necesitan lo que adquieren.

2. El perfil de la persona que padece adicción a la compra es muy similar al del ludópata. Para muchos compradores compulsivos, la compra les otorga el poder de decisión negado en su entorno familiar o laboral.

3. Las personas con este síndrome, tienden a comprender y valorar mal sus sentimientos.

4. Emplean una cantidad excesiva de tiempo para ir de compras, priorizando muchas veces esto.

5. Generalmente el comprador compulsivo compra solo, sin la compañía de otra persona, debido a que se suelen sentir avergonzados.

Las principales causas

– Preexistencia de rasgos psicológicos específicos como ser caprichoso e impulsivo, pueden tener un nivel alto de ansiedad en relación con la compra.

– No se sienten satisfechos con ellos mismos.

– Tienen atracción por los estímulos de consumo y en especial por las ofertas.

Presentan bajos nivel de autoestima y desconfianza hacia las propias aptitudes o habilidades.

Quizá todas en algún momento de la vida hemos hecho compras innecesarias, y la mayoría tenemos algo que nunca nos hemos puesto y de una u otra forma, nos sentimos satisfechos al comprar algo que no necesariamente se requiere para vivir. El problema es cuando esta actividad se vuelve común, casi diaria.

El placer momentáneo que sienten de adquirir algo, actúa como un calmante para ellos, como una droga que hace olvidar una crisis. Y como toda droga va creando una adicción que termina por convertirse en un trastorno hasta una enfermedad.

Tratamiento

Lo primero que hacen los especialistas frente a un caso de compradoras compulsivas es analizarlo, y ver cuáles son los factores que lo provocan y luego tratar de controlar la conducta mediante una terapia o fármacos en caso de que sea necesario. 

 

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