[Opinión] Los amigos imaginarios de nuestros niños

¿Cómo diferenciar los amigos imaginarios de nuestros hijos con problemas de otra índole?

Varinia SignorelliPSICÓLOGA INFANTO/JUVENIL & FEMENINA/DIRECTORA DE SUPERMADRE.NET

Por Varinia Signorelli

Cuando los niños tienen un amigo imaginario, los padres tienden a tomar dos posturas, algunos no le dan mayor importancia porque también los tuvieron, mientras otros se preocupan mucho porque piensan que algo no anda bien.

Primero que todo debemos entender que un amigo imaginario es un personaje que no podemos ver y que el niño tampoco puede ver. Este personaje es asumido como real para los niños, acompaña a nuestros hijos en sus relatos y aparece en distintas escenas de su vida.

Si bien el amigo imaginario es una creación normal del mundo imaginario de los niños, muchos niños nunca tienen un amigo imaginario. Algunos estudios apuntan a la creatividad y otros apuntan a la necesidad de estar en contacto con personas de su edad, cuando son los únicos niños en la familia. Pero ambas premisas no me parecen tan categóricas, me da la impresión que algunos niños necesitan un amigo imaginario y otros no.

Algunos estudios apuntan a la creatividad y otros apuntan a la necesidad de estar en contacto con personas de su edad, cuando son los únicos niños en la familia.

El amigo imaginario ayuda a los niños a construir relatos, acompaña en historias fantásticas y permite desplegar el juego y la fantasía, propias del mundo interno y el pensamiento mágico infantil. El amigo imaginario ayuda a los niños a simbolizar el mundo externo y a enriquecerlo.

Características del amigo imaginario

– Acompaña y brinda experiencias satisfactorias a los niños.
– Es invisible y los niños no pueden verlo.
– Se amolda a la experiencia infantil y es el niño quién controla la relación con éste.
– Fomenta el juego y la fantasía en los niños.
– Estimula la capacidad lingüística porque están constantemente hablándoles o ejercitando las historias que se van planteando.

Al ser absolutamente normal, nuestra actitud frente a esta producción de los niños debe ser de naturalidad. Es decir, escuchar los relatos, reír os con ellos, hacerles preguntas atingente y hacernos participes del juego si nos invitan.

¿Cómo lo diferenciamos de dificultades de otra índole?

Los amigos imaginarios no molestan, no nos hablan ni nos dan ordenes que debemos cumplir.

Los amigos imaginarios dejan de estar presentes cuando el niño así lo desea, el es dueño de su juego.

Los amigos imaginarios no se escuchan ni se tocan en lo real, además de estar de acuerdo que los amigos imaginarios no golpean ni hacen daño, tampoco generan temor.

Los amigos imaginarios no se utilizan para evadir responsabilidades.

Los amigos imaginarios no entorpecen los vínculos del niño con sus amigos, su entorno u otros miembros de la familia.

Se espera que alrededor de los 7 u 8 años los niños abandonen a su amigo imaginario y se conserve como un lindo recuerdo.

Ante cualquier duda es importante que consultemos a un psicólogo, más aún si aparecen otros cambios conductuales o del ciclo vital de nuestros niños.

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