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Relaciones amorosas adolescentes: ¿Cómo guiar a nuestros hijos?

Especialista nos contó cómo enfrentar esta etapa y el apoyo que deben brindar los padres a sus hijos.

Por Javiera Kessra

Hace algunos días Marcela Vacarezza publicó una foto en su cuenta de Instagram donde aparece ella junto a su hija Flor Araneda y  Pedro, el hijo de Diana Bolocco, luego de pasar un fin de semana fuera de Santiago.

La imagen publicada por la esposa de Rafael Araneda, confirmó el rumor que circulaba hace un tiempo sobre la relación amorosa entre los hijos de ambas y generó una ola de comentarios que celebraban la unión de la joven pareja.

Y junto con imaginar cómo sería tener a Diana y Marcela de suegras, reflexionamos sobre  la mejor forma en que los padres y madres deberían abordar y guiar a sus hijos cuando comienzan una relación amorosa. 

Por esto, conversamos con la psicóloga Francisca Tolosa, quien compartió las siguientes recomendaciones para cuando tu hijo te confiese que comenzó una relación amorosa.

¿Cómo guiar a los adolescentes cuando comienzan una relación amorosa?

Considera su opinión

Desde el respeto y la empatía, entender que siempre tienen algo que decir, por muy chicos que sean o que nos parezcan. Como sociedad, tendemos a disminuir un poco a los adolescentes como si no supieran nada, cuando todos podemos aprender de todos.

Evita el autoritarimos

Es decir, no prohibir cosas porque sí, porque yo lo digo, sino entablar una conversación efectiva y afectiva, para hacerle ver nuestro punto de vista y ser capaz de escuchar lo que me tiene que decir el otro. Y ahí la experiencia como adulto puede servir para entenderlos. Cuando el hijo comprende por qué el papá hace esto, se liberan muchas cosas, se entabla un dialogo súper diferente y sincero con el adolescente, donde este entiende que la forma de comportarse de su padre tiene una explicación, una forma de ser y un trasfondo y ahí es donde uno, a su vez,  empatiza.

Libérate del “deber ser”

Dejar de lado eso de que una buena familia no permite esto. Si te desligas puedes ver la experiencia propia, nos pasa esto y voy a actuar de esta forma. En cuanto  a los permisos, estos también se conversan. Se cree que los adolescentes están en la edad del pavo,  perdidos y que por eso hay que ponerles control, para que entiendan. Y eso genera lo contrario, mientras más limitados se ven, actúan con más rabia,  ya que eso genera resentimiento.

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Imagen: Gentileza Freepik.com

Conversa los límites

El papá debe confiar en que el hijo va a hacer lo mejor que puede, porque si no confiamos nosotros en ellos, cómo van a confiar en sí mismos. Hay que conversar si pasa algo, aunque sea difícil para los padres, desde ahí se libera todo. Mientras más sincero sea este, el hijo también lo será. Que ellos entiendan por qué uno pone esos límites, para qué sirven y si ellos le ven un sentido, porque si no lo ven, no lo van a obedecer ni querer seguir. Los adolescentes tienen harta identidad y carácter aunque uno crea que no.

Habla de sexualidad con sinceridad

Es un área de la vida súper importante y bonita, si aprendes a vivirla de una forma sana. Como consejo para los padres, es bueno salirse de los roles tan estereotipados de que un buen o mal papá hace y no hace esto. Qué es un buen papá, quién dice que eso es así. Hay familias que funcionan con un sistema que a otras no le resulta. Apoyar desde el cariño, la comprensión, empatía, honestidad y conversar las cosas. Los adolescentes agradecen que uno sea honesto con ellos, si uno quiere que ellos sean honestos con uno como padre, tiene que ser devuelto.

Dale espacio para su privacidad

A veces está bien que ellos pongan límites y que no quieran contar algo porque es personal. No significa que sea algo malo, es solo un asunto personal y a veces eso está bien. Los padres tienen que abrir su mente y educarse como tal, porque no es fácil y nadie sabe cómo ser padre; implica trabajo, esfuerzo y eso nos da credibilidad como persona también. Respetar esos límites que los hijos nos ponen y entender que la adolescencia es un proceso en donde ellos quieren encontrarse a sí mismos, definirse y eso no es fácil. Hay gente que a los 40 aún no lo logra.

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