Antonia y Francisca son pareja hace seis años, y cuando llevaban tres años de relación tomaron la decisión de traer un hijo al mundo y vivir una maternidad compartida.
Las integrantes de esta pareja, que para este artículo prefirieron identificarse con nombres ficticios, se sometieron al método ROPA (Recepción de ovocitos de la Pareja), un procedimiento médico que nació en España y que aterrizó en Chile hace 10 años y se ajusta perfectamente a los deseos de muchas parejas lesbianas, que buscan participar activamente del tratamiento de Reproducción Asistida.
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Según nos explica el doctor Carlos Troncoso, director de IVI Santiago, este procedimiento permite que una de las mujeres geste un embarazo a partir del óvulo de su pareja, logrando de esta manera que ambas madres participen biológicamente del embarazo.
“Consiste en la fertilización de los ovocitos de una de las mujeres con espermatozoides obtenidos de un banco de esperma, a través de la técnica FIV (Fecundación In Vitro). Una vez obtenidos los embriones, son transferidos al útero de la otra mujer”, detalla el especialista.
El director de IVI Santiago cuenta que su primer caso fue en el año 2009. Sin embargo, en el último año el número de mujeres que han optado por este tratamiento ha crecido, pasando de 10 pacientes en 2017 a 31 hasta fines del año pasado.
Maternidad compartida
Desde el principio supieron que Antonia sería la madre receptora. Francisca, en ese momento, tenía nueve años menos.“Por la edad, mi calidad de ovocitos era mala, así que ahí comenzamos la preparación del endometrio donde iba a recibir al bebé y la de los ovocitos de Francisca”, explica Antonia.
Según explica el doctor Troncoso, es importante que la mujer que decida estimularse tenga menos de 43 años, ya que de lo contrario “es más difícil embarazarse con sus propios óvulos, pese a que una mujer puede hacerlo hasta los 50, siempre y cuando esté sana”. El especialista agrega que pasando de esta edad ya no es recomendable, debido a que los riesgos comienzan a aumentar para ambas. “La edad promedio de las pacientes que se han sometido al método ROPA sea de 34 años”, asegura.
Sin embargo, el procedimiento no estuvo libre de complicaciones. Antonia se implantó dos embriones porque había mayor posibilidad de que sucediera el embarazo, pero al mes y medio tuvo síntomas de pérdida, por lo que solo le quedó uno.
Pero eso no fue todo. Debido a la cantidad de hormonas que le implantaron, tuvo complicaciones los tres primeros meses; malestares de diversa índole y mucha hinchazón. “Después de esos meses dejas de tomar las hormonas, te deshinchas y empiezas a disfruta el embarazo”, aseguró la pareja de Francisca.
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La pareja gestó 14 embriones, de los cuales solo cuatro sobrevivieron al proceso de descongelamiento. Y ya comenzaron a realizar nuevamente el procedimiento para tener su segundo hijo.
“Queremos dos hijos que se acompañaran con edad cercana y por amor al mundo, pero nos encantaría tener un tercero adoptado”, revela la pareja de Francisca.
Según el doctor Troncoso, este método que tiene un costo monetario que supera los cinco millones de pesos, no tendría contraindicaciones para las mujeres que quieran realizarlo, y es por esta razón que no existe un número limitado de veces para ser realizado. A continuación detalla otras razones por las que algunas mujeres deciden realizarse este tratamiento.
– Mala calidad ovocitaria o enfermedades hereditarias que no pueden ser detectadas por técnicas de Preimplantation Genetic Testing (PGT)
– Ovarios inaccesibles para la obtención de ovocitos o ausencia de ovarios
– Fallos repetidos en Fecundación In Vitro o ICSI por baja respuesta
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¿Cómo es el procedimiento?
“Es una fecundación, donde una de ellas se somete a una estimulación ovárica para obtener los óvulos. La mujer produce solo un óvulo de manera espontánea, por eso, para que sea más eficiente y pueda producir más, se pincha de manera subcutánea durante 8 o 10 días. Cuando los ovarios ya están preparados, se hace una punción ovárica para extraerlos (demora 10-15 minutos)”, detalla Troncoso.
“Ese mismo día se realiza la fecundación In Vitro, es decir, la fertilización de los ovocitos con los espermatozoides, y al día siguiente vemos fecundación y se convierten en embriones, dejándolos desarrollarse hasta el quinto día de gestación”, agrega el experto.
Finalmente, se “inicia el proceso de transferencia, que es cuando el embrión es transferido a la madre gestante. Se pueden transferir máximo dos embriones al útero, que se ha estado preparando con hormonas vía oral durante dos semanas, para volverlo acogedor y esté preparado para recibirlo”, finaliza el especialista.
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Donación de esperma
El especialista de Clínica IVI Santiago, explica que en cuanto al procedimiento relacionado a la búsqueda de un donante de esperma, en el método ROPA existen dos alternativas:
– La primera, es que a la paciente se le recomienda una muestra de semen con ciertas características. Esta muestra es obtenida en uno de los dos bancos de esperma con los que trabaja IVI, el de Estados Unidos o el de Dinamarca.
– La segunda opción, es que la propia paciente acceda a algún banco de semen por su cuenta, elija al donante y entregue la muestra en la clínica. De ser así, la clínica debe velar porque el donante que la paciente elija cumpla ciertos requisitos.
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En el caso de Antonia y Francisca, ellas lo dejaron a criterio del médico, por lo que le sacaron una foto a la madre y buscaron un donante con contextura física parecida.
Además, es importante destacar que cuando existe un donante, este debe firmar un documento que asegure que no tendrá incidencia legal en el futuro bebé.
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