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Mi hijo hace bullying: ¿Qué hago?

En el marco del mes contra el ciberbullying, especialistas entregan recomendaciones para evitar el crecimiento de estos abusos en establecimientos educacionales

Por Biut y Agencias

Cada año la Superintendencia de Educación recibe alrededor de 4.000 denuncias, donde poco más 1.600 son reconocidas por las autoridades como acoso escolar.

Según el estudio de la ONG International Bullying Sin Fronteras, hubo un aumento de un 40% en las denuncias por maltratos físicos y psicológicos en establecimientos públicos y privados en Chile.

En el país, 87% de los jóvenes entre 7° básico y 4° medio han sido víctima de ciberbullying, según estudios publicados en la Revista de Salud Pública de la Universidad de Chile.

El Bullying escolar es un tema de relevancia que se ha visto en aumento en los últimos años, en parte por la creciente conectividad de los menores en redes sociales.  Su importancia ha impulsado incluso la aprobación de una ley que regule. En este contexto, y en la búsqueda de mecanismos que ayuden a combatir esta práctica, las especialistas recomiendan una serie de medidas para prevenir e identificar este tipo de prácticas.

Para detectar que tu hijo es el que hace bullying, “lo más importante es conocer a nuestros hijos, para poder observar conductas o cambios que puedan darnos luces de alguna dificultad”, comenta Rommy Cruz, psicóloga de Clínica Vespucio.

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Perfil de un niño que hace bullying

La especialista advierte que “a pesar de no existir un perfil concreto, sí se pueden establecer algunos rasgos comunes a la mayoría de los chicos que actúan como agresores”.

-Tienden a abusar de la fuerza y la violencia. Forman parte de peleas y enfrentamientos, y se burlan de los compañeros.

-Se identifican con el modelo de interacción social basado en el dominio y la sumisión, donde una persona ejerce su poder sobre otra que no es capaz de defenderse por sí misma (es el mismo modelo que explica la violencia de género).

-Presentan falta de empatía y de razonamiento moral. Les cuesta entender el sufrimiento que causan.

-Son impulsivos.

-Tienen baja tolerancia a la frustración.

-Poseen escasas habilidades de resolución de conflictos, lo que les lleva a recurrir a la violencia.

-Muestran dificultades para cumplir las normas y respetar los límites, tanto en el colegio como en casa.

-Tienen poca capacidad de autocrítica y ausencia de responsabilidad. Justifican sus conductas agresivas y no entienden la gravedad del daño causado.

-Utilizan el acoso como una forma de llamar la atención. Es el modo que han encontrado para compensar situaciones anteriores de fracaso o exclusión.

Bretta Palma, psicopedagoga infanto juvenil de Clínica Santa María aclara que, “estas características por sí solas, no tienen que llevar a tu hijo a actuar como un agresor. Aunque sí incrementan las posibilidades de que participe en situaciones de acoso”.

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¿Cómo previnir este tipo de actitudes?

– Informarse por medio de sus hijos sobre su conducta.

– Buscar redes de apoyo para una adecuada retroalimentación de la conducta de su hijo y acciones en el colegio, como profesores, apoderados, amigos.

– Ser partícipes de su formación, asistir a reuniones de apoderados, solicitar entrevistas, participar de actividades que organice el colegio, pues ahí se da la oportunidad de observar a los niños en plenitud y poder sacar nuestras propias conclusiones.

Por lo tanto, “lo principal siempre será saber, estar enterados de todo lo que acontece en el establecimiento educacional”, explica Karina Navarro, psicóloga de VidaIntegra.

¿Cómo corregir a los niños que hacen Bullying?

“Siempre es mejor hacer las cosas desde el principio, corregir siempre es más complejo y requiere de intervención, ya sea a nivel escolar (orientación) o extraescolar (psicoterapia)”, afirma Karina Navarro, psicóloga de VidaIntegra.

– Instarle a dirigirse siempre a los demás con respeto en los entornos virtuales.

– Recordarle que no debe hacer en la red lo que no haría en la vida real (amenazar, intimidar, etc).

– Controlarlo si ve que pasa excesivo tiempo delante de las pantallas.

– Invitarlo a la reflexión, en caso de que descubra que ha insultado o amenazado a alguien, y recomendarle que retire la amenaza, ya que es algo que podría traerle problemas.

– Una sugerencia para tener en cuenta: que el dispositivo (computador, tableta) esté situado en un espacio común del hogar en donde el papá o mamá pueda supervisar y orientar las actividades de su hijo en línea”, recomienda Bretta Palma.

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