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Padres y madres adictos: ¿Cómo afecta en el desarrollo psicológico de los hijos?

'Cuando un niño crece con padres que lo violentan, el cerebro se desarrolla de manera distinta', explica psicóloga infanto-juvenil.

Por Francisca Quezada

Hace algunos días, Steffi Mendez estuvo en el programa “Podemos Hablar” de Chilevisión, reveló cómo fue crecer junto a un padre alcohólico.

“Mi papá era alcohólico. Hoy día es un alcohólico rehabilitado. Mi papá fue papá muy joven. No sé si eso lo justifica. Más la pega, todo esto de la vida del cantante, rockero, lo llevó a las drogas, al alcohol, al carrete. Y me pasó un poquito algo similar a lo que le pasó a Cristián, vivir con ese miedo de, como de repente, perder a su papá”, contó la hija de DJ Méndez.

A raíz de este relato, en el programa Intrusos de La Red, Claudia Schmidt recordó entre lágrimas su dolorosa experiencia con un padre alcohólico.

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Imagen: Captura pantalla programa Intrusos de La Red.

“Mi papá tenía un problema grave con el alcohol. Tomaba y se transformaba en otra persona. Se ponía violento, maltratador. Hacía diferencias muy notorias entre mi hermana y yo. A los 12 años decidí dejar de verlo, se lo dije a mi mamá y nunca más lo vi”, recordó la uruguaya, que además agregó las “profundas heridas” que le dejó esta situación en su vida

“Me cuesta dejar que me hagan cariño y a veces ando muy a la defensiva y reacciono de manera agresiva”, concluyó.

Efectos de la adicción en los hijos

Y es que, además del daño que produce la adicción en el organismo de quien padece esta enfermedad,  ésta no sería inocua para los hijos, en el caso de quienes son padres.

Según explica Varinia Signorelli, psicóloga Infanto-juvenil, los niños que crecen junto a padres adictos se ven profundamente afectados en su desarrollo psicológico.

“Una adicción hace que los cuidadores tengan su foco en esa falta, esa necesidad a llenar con la droga o alcohol. Entonces el foco no son las necesidades del niño y satisfacerla (…) Porque lidian con su propia falta y necesidad. A la base de las adicciones hay un vacío que se tiene que llenar con sustancias o conducta adictiva. Si me falta o estoy vacío, es difícil que pueda entregar”, explica Signorelli.

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En cuanto a las consecuencias, la psicóloga advierte que,  “cuando un niño crece con padres que lo violentan, el cerebro se desarrolla de manera distinta. Hay estudios que hablan de contextos violentos y desarrollo cerebral. Incluso la amígdala (parte del cerebro que reacciona a la violencia, es más grande). Entonces crezco con la amígdala prendida y estoy a la defensiva, más que un niño que crece con otro escenario. Entonces te alerta y te mueve a la defensa”.

La especialista agrega que, “también está lo más lógico, que es presenciar conductas de riesgo, violencia. Esto afecta a los niños en el modelamiento de la conducta”, finaliza.

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