¡Adiós a la piel manchada!

Por Camila Essus

Las cicatrices, que generalmente se asocian a marcas desde la niñez, son cada vez más comunes en la piel de personas adultas, y no por accidentes de antaño, sino por heridas recientes que no han sanado debidamente. Hoy, intervenciones en la vida de la mujer como las cirugías o tatuajes, pueden significar molestias estéticas producto de la mala cicatrización de la piel.

Si bien existen personas más propensas a generar cicatrices, la permanencia de estas marcas, e incluso su trasformación en queloides depende de varios factores. El dermatólogo de Universidad San Sebastián Juan Marcelo Riquelme, conversó con Biut para contarnos cómo cuidar de forma correcta la piel y evitar el desarrollo de cuadros más graves asociados a la cicatrización.

En primer lugar, la mala cicatrización se debe a varios factores externos a la persona. La edad, raza, tipo de piel y si existe presencia de infección en la zona de la herida son los primeros indicios del futuro que tendrá la cicatriz. De no ser bien cuidada ésta podrá evolucionar y convertirse en un queloide, es decir, una cicatriz que no respeta los bordes de la herida que la generó. En estos casos, en el sitio específico de la cicatriz, se liberan factores de crecimiento que hacen proliferar el tejido cicatricial en exceso. Si bien no existe un único factor a su desarrollo el especialista advierte que “no hay forma de predecir en quiénes o cuáles heridas se va a desarrollar un queloide”.

Específicamente para intervenciones comunes por el género femenino, como son las cirugías, y la realización de tatuajes, el dermatólogo afirma que las personas que posean antecedentes de formación de queloides deben evitar realizarse tatuajes. Para el caso de intervenciones estéticas, es necesario evitar las infecciones y seguir todas las indicaciones dadas por el médico tratante para disminuir la posibilidad de que aparezcan.

¡Atención morenas!

El desarrollo de queloides es una condición asociada en mayor cantidad a personas de piel oscura, y gran parte de las consultas médicas en relación al tema, son debido a la molestia estética, picazón o dolores. Este tipo de marcas, se presentan mayoritariamente en lóbulos de las orejas por el uso de aros, en el tórax anterior, brazos y abdomen.

Es importante recordar que las cicatrices son marcas permanentes y de por vida, y las únicas soluciones en torno a ellas, son realizar tratamientos para atenuar el dolor, disminuir su tamaño y aumentar su elasticidad para mejorar la funcionalidad de una parte móvil.

:TRATAMIENTOS:

Existen varias opciones para tratarlos. La primera es elegir no tratarlos si son asintomáticos y poco molestos. Por otro lado, según explica Juan Marcelo Riquelme, en la mayoría de los casos el manejo dermatológico es a través de medicamentos. Es común inyectar corticoides dentro del queloide o realizar crioterapia, aplicación de nitrógeno líquido para congelarlo y así ayudar a la remodelación de la cicatriz.

Si en los casos anteriores no existe respuesta positiva por parte del paciente, existe la posibilidad de extirparlo quirúrgicamente. “Se puede reemplazar por una nueva cicatriz bien cuidada, con medidas de compresión e incluso utilización de medicamentos que impidan la proliferación celular (antineoplasicos) y eviten que aparezca un nuevo queloide en la zona operada”, indica el experto.

En la mayoría de los casos la utilización de 2 o más métodos de manejo para el queloide es más útil que utilizar un sólo tratamiento.

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