¿Comes sano y no entiendes por qué sigues pesando lo mismo? Si leíste todas las dietas pero igual no puedes perder los kilos de más, quizás estés cometiendo algunos de estos errores.
A estas alturas del partido, todos sabemos lo que se puede comer y lo que no, para mantenerse sano. Pero si aún así no puedes bajar los kilos que sobran, puede que estés cayendo en algunas de estas equivocaciones que publicó Fitsugar.
1. Comes mucha comida saludable: Está bien comer una barra de cereal de snack, o algo de palta por el colesterol. Pero comer palta en todas tus comidas toda la semana, o picotear almendras cada cinco minutos en grandes cantidades no te ayudarán a perder peso. Algunas frutas pueden llegar a tener 200 calorías.
2. No desayunas: Son las 11 de la mañana y tienes un hambre incontrolable, pese a que te comiste media manzana hace una hora. Resulta que no desayunaste, por lo que tu cuerpo está sufriendo por conseguir algo de energía. Desayuna todos los días, aunque te tengas que levantar más temprano para hacerlo.
3. No controlas las porciones: Aunque el pollo a la plancha sea algo muy sano, no te comas un kilo de carne blanca durante la cena.
4. No duermes lo suficiente: Si no alcanzas a dormir 8 horas todos los días, intenta dormir lo más posible. No te desveles si te despiertas temprano, pues para una buena rutina de ejercicios es fundamental tener la energía que da un buen sueño reparador.
5. Tomas mucha bebida: No importa si tiene cero calorías, las bebidas de fantasía están cargadas de sodio y sustancias que previenen una baja de peso natural.
6. No tomas la suficiente agua: Mantenernos hidratados nos ayuda a tener una sensación de satisfacción por más tiempo. Además, hay estudios que ligan el consumo de agua con una mejora en el metabolismo.
7. Comes sin pensar: Recuerda que comemos para vivir y no vivimos para comer. Evita picotear frente al televisor o sentado en tu escritorio, pues ni siquiera te estás dando cuenta que estás comiendo. Lo hacer por aburrimiento, por lo que la sensación de saciedad dura menos.
8. No comes lo suficiente: Si no consumes la cantidad de calorías que necesitas todos los días, y pasas la semana haciendo dietas que sólo te hacen sufrir, piénsalo de nuevo. Mientras más te restrinjas y sufras, más probabilidades tienes de recaer en los dulces durante el fin de semana.
9. Nunca te das un día libre: Para no caer en un efecto rebote, recuerda premiarte con algunos antojos. Por ejemplo, si te haz ejercitado como corresponde y haz comido bien toda la semana, pero mueres por unas papas fritas, cómelas. Privarte hará que te vuelvas más ansioso y que, en vez de comer una porción normal, comas un plato inmenso.
COMENTAR