Cuántas veces hemos sentido que el mundo se confabula contra nosotras para que todo salga mal. O que al finalizar el día, la raya para la suma entrega un resultado negativo de nuestra jornada. Aunque la respuesta sea “solo a veces”, te contamos que en todas esas oportunidad estuvimos mal enfocadas.
Así es, porque según dicta la disciplina de la Apreciatividad, rescatar lo valioso y significativo de las personas y los sucesos, se ejercita como un músculo.
Laura Isanta es especialista en Indagación Apreciativa y pionera en la implementación de esta disciplina en Latinoamérica, y nos habla sobre los beneficios de ser apreciativos.
“Cuando somos apreciativos con nosotros mismos, elevamos nuestra autoestima y autoeficiencia. Y cuando somos apreciativos con los otros, mejoramos la calidad de nuestras relaciones interpersonales. De este modo, apreciar de mejor manera al mundo y las circunstancias que nos rodean nos permite aumentar nuestras oportunidades y posibilidades”, asegura la especialista.
Y agrega que seguir esta disciplina de vida, “despierta emociones positivas como alegría, optimismo, esperanza, amor, gratitud, orgullo, serenidad e inspiración. Lo que amplía la mente y predispone a la creatividad, la innovación y el aprendizaje. Y con esto, lo que se obtiene son nuevos recursos para la vida personal y laboral”, explica Isanta.
Consejos para empezar a ser más positivas
Según la diplomada en Psicología Positiva, ser apreciativos es “elegir intencionalmente enfocarse en lo mejor, en lo valioso y en los recursos existentes sin dejar de ver los defectos y debilidades de nuestro entorno”.
1. Enfócate en lo que tienes y no en lo que falta: Siempre se dice que el pasto del vecino es más verde. Pero así como el vecino puede tener un pasto más verde, nosotros podemos tener una casa mejor pintada.
2. Confía en el futuro: Hay que convencerse de que las cosas resultarán como uno quiere y que el futuro siempre traerá cosas auspiciosas.
3. Practica la gratitud y el agradecimiento: Cosas tan cotidianas como dar las gracias es una acción que nos permite ir apreciando la vida de una manera distinta. Agradecer esas pequeñas cositas, como una sonrisa, el abrazo de un amigo, un encuentro fortuito con alguien que no vemos hace años, un regalo sorpresa, un día soleado, son acciones que nos harán ver la vida de manera más agradable.
4. No dejes de estar atento a las cosas valiosas del presente: No es casualidad el llamado de una persona que no vemos hace años como tampoco el que justo cuando decidimos cambiarnos de trabajo, sepamos de una oferta laboral interesante. Esas son un ejemplo de las cosas que debes valorar y apreciar.
COMENTAR