Encontrar trabajo es cada día una tarea más titánica. Las cifras de desempleo crecen y crecen, de hecho el INE informó hace poco que la tasa subió a 6,3% a nivel país, y cada vez hay peores sueldos y menos plazas laborales.
Sin embargo, a pesar de los números, puede que tú misma estés haciendo las cosas de forma incorrecta. Esto, porque muchas veces, aunque seamos trabajadoras experimentadas, cometemos equivocaciones garrafales a la hora de postular a un puesto.
“El desempleo trae muchas veces desesperación, frustración o mal manejo de la situación”, dice Catalina Reyes, experta laboral de la Universidad del Pacífico, quien aconseja que “ante este escenario las personas deben bajar un poco sus expectativas de renta y adecuarse a los salarios y empleos que ofrece el mercado. Hay que tener paciencia y quizás postular a labores que sean de menor rango de lo que se es capaz de realizar, pero ello es preferible a continuar en el estado de cesantía”.
Las equivocaciones más frecuentes
“Llegar tarde a una entrevista, postular a cuánto aviso aparece en los portales, mantener fotografías inadecuadas en redes sociales y no tener un buen perfil de Linkedin, son sólo algunos de los descuidos que pueden hacer perder la oportunidad de ser seleccionado para un cargo”, explica la misma experta. Por eso, elaboramos un listado con los errores más comunes, esos que deberías dejar de cometer de inmediato.
No tienes un buen currículum
Es lo básico. El currículum es nuestra carta de presentación, y por ende, el primer filtro para tu posible empleador.
Por eso, Catalina recomienda “elaborar el currículum considerando las capacidades, aptitudes y logros. La hoja de vida no debe pasar las dos páginas y es importante que cuente con buena redacción y ortografía”.
Además, las referencias deben ser reales, por lo que siempre tienes que preocuparte de que sean buenas.
Tu red de contactos es nula
Esta es una de las principales fortalezas si quieres postular a un puesto. Es que no sólo tu familia o amigos pueden ayudarte a la hora de conseguir un trabajo, sino que además las redes que has hecho con los años: compañeros de universidad, ex empleadores, ex profesores, etc.
“Los contactos del entorno profesional y personal se han convertido en una de las herramientas fundamentales”, dice Catalina, quien además aconseja poner ojo en cuanta red social online manejemos, desde Facebook hasta Snapchat.
“Preocúpate de eliminar las fotografías donde sales bebiendo o participando de fiestas alocadas; en definitiva, saca todo lo que pueda ensuciar tu reputación. Maneja la privacidad en forma adecuada y crea perfiles paralelos en los que puedas venderte”, recomienda.
Desestimas tus expectativas de renta
“Los seleccionadores ingresan una serie de características que desean que tenga la persona para un puesto determinado. Luego de ingresar los filtros comunes como ‘profesión’ y ‘años de experiencia’, agregan ‘rango de pretensiones de renta’, donde seleccionan a los candidatos que sí tienen información ingresada en esa área”, señala Reyes.
Por eso, jamás dejes de poner cuáles son tus aspiraciones. Eso sí, tampoco hay que irse al extremo de poner cifras estratosféricas. “Es importante tener la mente abierta e informarse sobre lo que está pagando el mercado y acomodar tus pretensiones a esas cifras”, dice la experta laboral, agregando que lo mejor es “poner un rango de dinero”, antes que lanzarse con una cifra fija e inamovible.
Tu proactividad es igual a cero
Si realmente quieres encontrar un trabajo, la premisa es moverse. No sacas nada con sólo navegar por internet en los clásicos portales de empleos, sino que tienes que armar una estrategia de búsqueda que te permita lograr tu objetivo.
De esta forma, la proactividad es esencial, ya que no sólo es una característica que buscan tus reclutadores, sino que además te permitirá salir a buscar el empleo de tus sueños en vez de perder el tiempo soñando con que llegará como por arte de magia.
No te informas lo suficiente
“Es fundamental conocer la empresa y el perfil profesional que están buscando antes de postular e ir a una entrevista”, dice Catalina Reyes, experta laboral de la Universidad del Pacífico.
Y es que, aunque suene tonto, la especialista indica que muchas veces llegan postulantes que ni siquiera tienen claridad del rubro al que se dedica el lugar al que están aspirando. Por eso, tu primera misión, luego de tener un CV perfecto, es darte el tiempo de investigar. Sino, mejor ni postules.
Te presentas de lo más perdida
Nada de ir descuidada, chascona o con olor a cigarro. Menos mentir sobre habilidades o tus conocimientos de la empresa. “Es fundamental prepararse con tiempo para la entrevista, ya que no es la idea perder esa valiosa oportunidad”, advierte la especialista.
Así que si te llaman, lúcete. Prepara desde tu outfit hasta tus respuestas. Verás cómo dejar una buena impresión puede ser tu pase inmediato a ese nuevo trabajo que tanto buscaste.
Test psicológicos: ¿Se pueden engañar para lograr quedar en un trabajo? – Biut.cl
COMENTAR