Primero fue Islandia quien informó que la brecha salarial entre hombres y mujeres se terminaría este 2018. Ahora es el turno de Berlín, donde a partir de este sábado, existirá una nueva ley que obligará a las grandes empresas a transparentar a sus trabajadoras cuánto ganan sus compañeros por realizar el mismo trabajo.
Alemania, que es uno de los países con mayor diferencia de salario en la Unión Europea, pretende con esta medida equiparar los sueldos entre hombres y mujeres.
Katarina Barley, ministra alemana de la Mujer, la Familia y la Juventud, en una entrevista para la revista Edition F, declaró: “El tema de promover a las mujeres debe estar bien anclado en la empresa. La igualdad de pago por un trabajo igual es para mí el mega-tema de la política de las mujeres. Esto incluye la actualización de las profesiones sociales. Esto no solo significa que tenemos que pagar más por educadores, parteras o enfermeras geriátricas, sino también darles la oportunidad de seguir una carrera en estas profesiones y desarrollarse aún más”.
La ley contemplaría a empresas que tengan al menos 200 empleados. En caso de que el empleador incumpla con la ley y se niegue a entregar la información a la trabajadora, podría ser demandado por esta ante tribunales. Eso sí, la norma decreta que esto no significa que la mujer conozca el sueldo concreto del compañero, sino que conocerá el cálculo de la media de por lo menos seis hombres de la empresa que realicen una tarea similar.
Además esta ley pretende transparentar los procedimientos utilizados por cada empresa para fijar los salarios con informes periódicos, que especificarán las medidas tomadas para acabar con la brecha salarial junto con los resultados, a los que podrán tener acceso todos empleados.
“Este es un componente importante. Pero eso solo no será suficiente. Porque esto solo se trata de equiparar a las mujeres con los hombres en el mismo grupo de ingresos. Pero también se trata del escándalo real de que los trabajos de las mujeres generalmente se pagan menos. ¿Por qué le pago menos a alguien a quien le doy a mi hijo que a alguien a quien le doy mi lavadora?“, dijo Katarina Barley.
Katinka Brose, experta europea de la red de mujeres profesionales Equal Pay, declara al periódico El País que la eficacia para que la norma resulte dependerá de las mujeres y de que ellas ejerzan su derecho. “Las diferencias salariales entre perfiles similares se dan sobre todo cuando no hay criterios objetivos y depende de las negociaciones entre el empleador y la empleada. Las mujeres tienden a negociar a la baja porque hay un sesgo inconsciente tanto en el empleador como en la empleada sobre el valor de su trabajo”, explica.
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