¿Te has preguntado de dónde viene la ropa que traemos puesta? o ¿en qué condiciones están las personas que la confeccionan? Pues es justamente esto lo que el director inglés Andrew Morgan quiso indagar y lo que descubrió lo registró en el documental “The true cost”.
La historia detrás “The true cost”
Luego del accidente de un edificio con talleres textiles en un suburbio de la capital de Bangladesh, en la que murieron 1129 personas y otras 2515 resultaron heridas, Andrew comenzó a investigar el mundo de la producción y comercialización de textiles e indumentaria.
“Durante un año y medio, transitó países de Asia y Europa, principalmente, para poder contar cuáles son las condiciones en las que se trabaja en las diversas fábricas y cuáles son los objetivos de los dueños de las principales empresas que determinan cómo se orienta el mercado”, cuentan en el sitio web del diario argentino La Nación.
“Me impresionó, en gran medida, saber cuán enorme es el impacto que esta industria causa en el mundo”, dice Andrew para el sitio argentino.
Pobreza y explotación
En la web, cuentan que son cerca de 40 millones de trabajadores textiles, de los cuales, alrededor de 4 millones trabajan en las 5 mil fábricas que existen en Bangladesh; en un 85% son mujeres, las cuales reciben un salario mínimo de menos de 3 dólares por día.
“Emplea a los más pobres entre los trabajadores pobres y es increíblemente rapaz y tóxica”, señala el creador del documental que puedes encontrar en Netflix.
Sobre la industria, el director comenta que “tiene que haber algo más justo, más sustentable y una forma más humana de poder hacer moda”. Y agrega que “sabemos que las películas por sí mismas no pueden cambiar el mundo, pero sí pueden cuestionar, llamar la atención; son poderosas para llegar a la mente o al corazón de las personas”.
COMENTAR