¡Atención con la acidez!

Por Biut y Agencias

Es un problema que va en aumento en nuestro país y en el mundo, que tiene relación principalmente con nuestros hábitos alimenticios. Al contrario de lo que muchos piensan, la acidez y el reflujo, además de provocar malestares pasajeros, podrían desencadenar un reflujo gastroensofágico (ERGE), afección que según el doctor Ronnie Fass, miembro del comité asesor médico de la Fundación Internacional para los Trastornos Gastrointestinales Funcionales, posee una prevalencia que tiende al aumento en las últimas décadas.

Si no se trata, la ERGE puede llevar a sangrado o úlceras del esófago, una acumulación de tejido que provoca que tragar sea difícil y, en casos extremos, al cáncer del esófago, según explican los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE. UU.

“Las personas creen que la acidez forma parte de la experiencia de comer, pero deben comprender que su presencia denota un problema médico real”, señaló Fass.

Sobre su origen, el doctor Kenneth R. DeVault, presidente del departamento de gastroenterología de la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida, asegura que la mayoría de veces, el ERGE proviene de una de dos causas: lo que uno come o lo que pesa. “Se ha hecho muy claro que una pequeña cantidad de aumento de peso produce un aumento en los síntomas de reflujo. No estoy hablando de grandes cantidades, sino de probablemente de 2 a 4.5 kilos”.

La acidez y el reflujo ácido ocurren cuando los ácidos digestivos del estómago traspasan un anillo muscular conocido como esfínter esofágico inferior, que funciona como una válvula que separa el estómago del esófago.

A veces, el ácido regresa por todo el esófago hasta la boca, provocando que las personas sientan el sabor de los jugos digestivos o de la comida en la parte trasera de la boca.

Los médicos consideran que las personas sufren de ERGE si experimentan un reflujo persistente, o sea por lo menos dos veces por semana, según los NIH. Cualquier persona de cualquier edad puede sufrir de ERGE, aunque los síntomas tienden a ser distintos en los niños menores de 12 años.

Esté alerta al ingerirlos

  1. Se ha mostrado que la cafeína relaja el esfínter esofágico, aumentando las probabilidades de reflujo, apuntó DeVault.
  2. Los alimentos ácidos, picantes o con sabores fuertes también pueden contribuir. Ellos aumentan la cantidad de ácido en el estómago, según los NIH.
  3. Las frutas cítricas o sus jugos, los tomates, la menta, el ajo, la cebolla y el chocolate están entre los peores.

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