Negociar un sueldo no es una tarea fácil. Para muchos, hablar de cifras se vuelve un tema complicado, donde muchas veces nos entrampamos a la hora de plantearlo de buena manera, ya sea cuando queremos pedirle un aumento a nuestros jefes o cuando postulamos a un nuevo puesto y no tenemos idea cuánto poner en nuestras expectativas de renta.
Karina Pérez, directora de Robert Half en Chile, empresa especializada en reclutamiento, señala que “llegar a un acuerdo sobre el sueldo podría implicar algunos momentos tensos, pero no tendría por qué hacer sentir incómodo a alguien en una negociación. Al contrario: si la persona ha hecho su trabajo, estará preparado con hechos y cifras para demostrar sus logros cuando la conversación tenga lugar”.
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Por eso, la profesional indica que “el empleado deberá ser capaz de orientar la conversación para lograr sus objetivos”, agregando que, antes de solicitar cualquier monto, lo principal es que se debe “analizar el contexto de la industria”.
¡No lo hagas!
La experta indica que existen tres clásicos errores que cometemos a la hora de hablar de dinero. Acá, los desmenuzamos para que no vuelvas a ejecutarlos.
No hacer una investigación adecuada
Manejar toda la información necesaria antes de discutir sobre un salario es fundamental. “De lo contrario, podría parecer que no se está al día acerca de lo que sucede en la industria en la que trabaja”, indica Karina.
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La especialista afirma que, junto con esto, “es relevante averiguar más sobre la compañía. Buscar el nombre de la firma en Google News y Glassdoor te llevará directamente a historias e información sobre ella, mientras que indagar términos relacionados con la industria te entregará información de contexto que te permitirá hablar de tendencias que podrían influir en tu salario”.
Sobrevalorarse o infravalorarse
Otro de los errores más comunes es darse mucho valor o, al contrario, no tener idea cuánto cuesta nuestro trabajo. “No hay que pedir demasiado ni entregar una cifra muy inferior a lo que le corresponde”, aconseja la experta.
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Por ejemplo, si una persona vive en Talca, debe tener claridad que no ganará lo mismo que estando en Santiago. “El lugar donde vives puede ser un factor determinante en el salario que recibes”, dice Karina Pérez, señalando que, otra de las cosas que tienes que considerar es cómo el paquete de beneficios o los bonos que recibes afectan a tu compensación general, o las oportunidades de crecimiento y evolución que puedes tener en la empresa.
No justificar el monto que se solicita
“Una cosa es decir que quiere un salario determinado y otra muy distinta es ser capaz de explicar por qué esa cifra está justificada”, explica la directora de Robert Half.
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Para hacerlo de la mejor forma, lo recomendable es “destacar tus habilidades, potencial y tu compromiso con los objetivos de la compañía, además de enfatizar lo que puedes aportar”.
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