El estrés causa estragos. Y nos pone irritables y peleadoras. Peor aún si es época de fiestas, donde andamos colapsadas comprando regalos navideños, terminando el año en nuestras empresas y tratando de ir a todas las actividades de fin de año de nuestros niños, familia o amigos.
Por eso, no es de extrañar que andemos más combativas. Y que, cualquier cosita, pueda encendernos de tal manera que terminemos formando un incendio de aquellos.
“Quizás porque son épocas en donde se movilizan muchas sensaciones internas, quizás porque mucha gente se fastidia y no ve la hora de que terminen, o quizás porque también nos confrontan con la ausencia de los que ya no están. Por cada uno de estos motivos (o por todos juntos) las celebraciones de fin de año son un caldo de cultivo para las fricciones familiares y sociales”, señala Sebastián Girona, psicólogo, en el sitio Entremujeres de Clarín.
¿Por qué peleamos?
Según el especialista, existen cinco motivos que son los que más pueden desencadenar tempestades, ya sea con tu familia o amigos. Acá te contamos cuáles son:
Quién pone la casa
Un clásico motivo que, de seguro, te ha significado más de un mal rato navideño. “El hecho de decidir en dónde se celebran las fiestas puede significar para algunos una manifestación de poder”, señala Girona.
Esto puede generar varias peleas, ya que “hay personas que ponen la casa para poder organizar todo lo que va a pasar, desde lo que se come hasta el horario de llegada”, motivo por el que el resto de los comensales puede terminar molestándose.
Quién cocina y trabaja más
Típico, pelear por quién hace las cosas. Es que si inviertes mil horas en armar una cena espectacular, y tu novio, por ejemplo, apenas invierte unos minutos en ir a comprar un postre, obvio que las tareas no son equitativas.
“Los conflictos pueden surgir cuando alguien se fija demasiado en quién cocinó cada cosa y si es más o menos de lo que cocinó ella. A veces también puede pasar que lo que cocinó una invitada no sea puesto en la mesa por la dueña de casa”, dice el psicólogo.
Quién gasta más
Los temas de dinero siempre generan roces. Peor aún, cuando hay que poner entre todos para los regalos o las cenas de fin de año.
“El que gasta más puede ser visto como un gesto de ostentación hacía los demás, o bien puede ser el perjudicado que termina gastando más dinero que el resto”, afirme el especialista.
La relación con la familia política
“Si existen conflictos que ya se vienen manifestando hace rato, estos se pueden agravar en las fiestas e incluso pueden ser motivo de peleas muy profundas”, indica Girona en Entremujeres de Clarín.
Por eso, evita discutir con tu pareja, aún cuando tus suegros o cuñados se quieran meter en todo o, incluso, les empiecen a cobrar sentimientos si no pasan las fiestas junto a ellos.
El familiar conflictivo
En cada familia hay una oveja negra que puede generar conflictos y peleas en el clan. “Muchas veces, el alcohol puede ser un mal aliado para estas personas en estas fechas”, explica el psicólogo.
Por eso, muérdete la lengua si al conflictivo se le pasaron las copas y empieza a disparar pesadeces. Piensa que, en esta fecha, la paz y el amor, además de la paciencia, son los sentimientos que sí o sí debes cultivar.
“El problema no es que se presente una diferencia, el problema es qué se hace con eso. Un conflicto puede ser un peligro o un desafío. Si después de una pelea yo logro dialogar con el otro y fortalecer la relación, entonces ese conflicto sirvió. En cambio, si la pelea de fin de año le puso punto final al vínculo, se habrán desnudado por completo las carencias de esa relación”, finaliza el experto.
El secreto para solucionar un conflicto de manera exitosa – Biut.cl
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