Una caricia en la espalda, tomarte de la cintura o tomar tu mano, podrían ser señales de coqueteo. Pero ¿cuándo estas acciones pasan de ser herramientas de conquista a convertirse en acoso?
Expertos conversaron con BBC Mundo sobre la delgada línea que divide el coqueteo del acoso, para saber identificarlo y denunciarlo en el debido momento
Coqueteo vs acoso
El experto en relaciones personales James Preece dice que es normal coquetear cuando a una persona le atrae otra, es más, se debe hacer. “Se trata de hacerlo en el ambiente apropiado y no cuando las personas menos lo esperan”, agrega y dice que el mejor consejo es coquetear de una manera juguetona pero no sexual.
La socióloga chilena María José Guerrero, quien administra el Observatorio Contra el Acoso Callejero en Chile (OCAC), explica a BBC que “en una situación ideal, la persona que no consiente el coqueteo que recibe debería manifestarlo y la otra tendría que parar en sus intenciones”, y agrega que “la respuesta puede ser verbal, pero también puede darse en un plano físico, como cuando alguien rechaza un beso”.
Se le llama acoso cuando “el hombre o la mujer no atiende a los mensajes claros de que sus comentarios o comportamientos no son deseados, ni bienvenidos e incluso son insultantes”, le dice a BBC Mundo la socióloga Catherine Hakim, quien trabaja para el Instituto para el Estudio de la Sociedad Civil (Civitas) en Inglaterra.
Sin embargo, Catherine advierte que el mayor problema para enfrentar el acoso, es que desafortunadamente las mujeres no hacen que su reacción negativa sea muy obvia ni clara.
Cuándo se cruza la delgada línea hacia el acoso
Catherine comenta que la mujer occidental espera ser protegida y que otro la cuide como si ella no pudiera cuidarse a sí misma. Esto se fundamenta en la “mentalidad de víctima que debilita a las mujeres y fortalece a los hombres” dice la especialista.
Por otro lado, María José Guerrero dice que hay un pensamiento que se les enseña a las niñas desde pequeñas, y es que cuando las mujeres dicen que no, en realidad significa sí. “Es un mensaje que se nos mete en la cabeza desde niñas y se extiende por toda la región”, dice.
Nora Picasso, abogada y profesora mexicana coincide con esto y dice que “nos crían para hacernos de rogar; nos dicen: ‘no le digas que sí, hazlo sufrir’”. Por esto dice que es difícil que un “no” se entienda así y puede llevar a una situación de acoso sexual.
Reggaetón y feminismo: Dos conceptos que si pueden ir de la mano – Biut.cl
Mucho se habla de que al ser feminista una mujer no puede escuchar reggaetón y mucho menos bailarlo. Sin embargo, cada vez son más las artistas mujeres que toman el perreo como una oportunidad y no un insulto hacia el género femenino.
COMENTAR