Natalia Valdebenito es una reconocida activista por los derechos femeninos. Por eso, no es de extrañar que, tras los graves dichos de Emeterio Ureta en el programa “Mentiras Verdaderas”, donde reconoció que más de alguna vez había acosado sexualmente a mujeres, la comediante ocupara la misma vitrina para responderle.
Consultada por Ignacio Franzani sobre las declaraciones, Natalia señaló que “nos violenta y es grave porque hay poca conciencia de la magnitud. Ahora nos están mirando muchas mujeres que han sido abusadas, toqueteadas hoy día en el metro, que vivieron un mal momento con un compañero de trabajo o con su pareja. Y resulta que esa persona pone tu programa y se encuentra con la desfachatez de su abusador”.
La triunfadora del Festival de Viña indicó que “sé que hay muchos hombres que piensan como Emeterio Ureta y creen que somos un sistema de cambio, que somos fáciles de abarcar porque simplemente somos mujeres, que somos débiles porque tenemos un cuerpo distinto al de ellos. Esas personas piensan desde el fondo de su alma que somos inferiores”.
Y agregó que, los tipos como Ureta, jamás “se han puesto en el lugar de esa mujer (acosada)”, para luego preguntarse “¿a esta persona no le dará algo que alguien trate así a su hija, a su esposa, a su hermana?”. Finalmente comentó que “no quisiera hablar más, este personaje me da asco”.
Sin embargo, la comediante no fue la única en referirse el tema, ya que Franzani, quien había sido fuertemente cuestionado por organizaciones como el Observatorio Contra el Acoso Callejero, también hizo un mea culpa por exhibir la entrevista.
“Yo nunca más me voy a sentar en un set de televisión donde esté esta persona y espero que nunca más vuelva a este programa, porque no es un aporte a la discusión plantear un discurso tan aberrante como ese y después decir que es un tongo para tener más pantalla”, señaló.
OCAC contra Emeterio Ureta y Franzani: “No puede ser que se siga dando pantalla a delincuentes con conductas asquerosas y violentas” – Biut.cl
OCAC no sólo rechaza las declaraciones de Ureta, sino además la conducta del animador, señalando que “necesitamos conductores menos tibios”.
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