Muchas veces los hijos adolescentes no cuentan todo lo que les sucede en sus vidas, por eso, los padres deben estar atentos cada vez que notan algo extraño en ellos. Sin embargo, hay ocasiones en que esta tarea se hace complicada, sobre todo si no existe una buena comunicación y el adolescente está sumergido en su mundo.
Sumado a esto, cuando se encuentran en una relación de pareja y sobre todo si es la primera vez, se sentirán muchas veces confundidas, sobrepasadas y no entenderán ciertas cosas, por lo que si están llevando una relación tóxica o no sana, no se darán cuenta. Es por eso que es importante que los padres estén atentos a ciertas señales que explicamos a continuación.
Imagen de Dragana_Gordic para Free Pik.
Paulina Pérez, psicóloga de Centros Médicos Vidaintegra señala que “en una menor de edad que está siendo maltratada por su pareja, se pueden observar cambios en su comportamiento usual, además de cansada, irritable, más aislada, menos comunicativa, triste, ansiosa, distraída, con intolerancia a la frustración, tendencia a sobre preocuparse de su pareja o responderle de forma inmediata al teléfono”, sumado a estas señales, la especialista agrega que también se da que se visten más recatadas, se alejan de las amigas e incluso de la familia, haciendo exclusivamente panoramas con su pareja.
Otra de las señales es que “puede que se afecte si discute con la pareja y luego se calme porque están “bien” y se repita otra vez este círculo vicioso que ocurre cuando la relación de violencia es de larga duración, observándose así cierta dependencia emocional hacia la pareja difícil de terminar”.
En general, la psicóloga explica que los síntomas son de índole depresivos que obedecen a la forma en que su alegría, autoestima, energía vital está siendo aplastada por la violencia que sufre.
Imagen: Gentileza Pixabay
“Un adolescente está formando identidad y autoestima, identificándose con su grupo de pares, por ende, es imprescindible que las amistades y el pololo sean una fuente positiva para su energía y personalidad, que le aporten alegría y bienestar. Si está pololeando debe verse más feliz”.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
La especialista dice que como padres hay que estar siempre alerta del bienestar de los hijos, si están bien o mal. “Hay que observarlos y apenas hayan cambios de conducta drásticos o aislamiento poner la alerta y acercarse a ellos para dialogar. En caso de que haya violencia, hay que sentarse a hablar con ellos el tema de forma sincera y con las palabras que corresponden: “creo que estás pasando por una situación de violencia”, y explicar a qué nos referimos”.
Imagen: Gentileza Pixabay
Pérez recomienda no prohibir la relación, pues a veces no funciona y no aprenderá de la experiencia. “Si la chica no quiere escuchar, lo que se puede hacer es mejorar el vínculo del padre/madre con el hijo antes del diálogo”, señala. Algo que puede servir es invitarla al cine, luego a cenar y que finalmente se produzca una conversación del tema de forma tranquila, sin juzgar, sin críticas, escuchando, usando la contención, la frase “te entiendo”, “cuenta conmigo”, “tu puedes estar mejor”, y que la menor vea el apoyo que se le está prestando.
Otra recomendación de la especialista es que “sería bueno integrarlas con amigas y a algún taller que le guste y favorezca su autoeficacia y bienestar. Reforzar su autoestima y que la familia comparta más momentos juntos para que no se sienta sola. Y no mostrar violencia en casa, sino, es más difícil ayudarla”.
Finalmente, aconseja acudir a una terapia para reparar el daño, aprender a colocar límites, fortalecer autoestima y su seguridad para que no le vuelva a ocurrir, ya que es fácil que vuelva a pasar lo mismo en su próxima relación sino sana del todo de la violencia del presente.
COMENTAR