Aunque haga calor o frío el té no pierde protagonismo, sobre todo cuando se trata de crear un ambiente acogedor. Y es que no hay quien no acuda a una taza de esta bebida milenaria, junto a un exquisito sandwich o pedazo de pastel, a la hora de comenzar una buena conversa, ver una película o incluso durante la jornada laboral.
Lo cierto es que más allá del gran momento que pueda brindar una taza de té, según el sitio MedicalNewsToday.com, numerosos estudios publicados en American Journal of Clinical Nutrition han comprobado una serie de beneficios del té para nuestra salud, entre los que se destacan la regulación del peso, reducción de las posibilidades de generar cáncer y enfermedades cardiovasculares e incluso el mejoramiento de la consistencia ósea, la atención y la capacidad de resolver problemas, entre otros.
Eduardo Molina, Tea Sommelier de Adagio Teas Chile, no puede estar más de acuerdo con lo anterior, y nos cuenta sobre los beneficios de aumentar el consumo de té en invierno.
“Se ha descubierto que el té activa nuestras defensas, lo que nos podría ayudar a enfermarnos mucho menos, estudios demuestran que esto se potencia en personas de mayor edad. Además de mejorar nuestro sistema inmune los polifenoles del té interfieren directamente con la replicación viral, reduciendo la posibilidad de contraer enfermedades como la gripe. Esto según estudios realizados en Estados Unidos y Japón”, dice.
EL SECRETO DE LA PREPARACIÓN PERFECTA
El Sommelier Profesional, asegura que la dosis diaria recomendable para obtener todos los beneficios del altísimo contenido antioxidante del té, es entre 3 a 4 tazas al día. Pero que es muy importante respetar 5 aspectos básicos que enumero a continuación:
1. AGUA: Utilizar agua purificada o filtrada, no de la llave, porque al tener un alto contenido mineral, además de alterar el sabor del agua, puede alterar la extracción de los distintos componentes del té.
2. TEMPERATURA: Los compuestos presentes en el té se liberan a distintas temperaturas, por lo que es importante respetar las preparaciones según cada tipo.
“En el caso del té verde y blanco se utilizan temperaturas entre los 70º y los 80ºC. En el caso del té negro y rojo se utiliza agua recién hervida 100ºC. Para los tés saborizados con frutas y flores va a depender del té base, por ejemplo un té verde con frambuesa se infusionará como un té verde entre 70 y 80, mientras que un té rojo con cacao, se infusionará como un té rojo, es decir a 100ºC”, explica el experto.
3. TIEMPO: Al igual que en el caso de la temperatura es fundamental respetar los distintos tiempos de infusión.
“En el caso de los tés verdes recomendamos entre 1 y 3 minutos máximos, mientras que en el caso de un té negro se recomienda entre 3 y 5. En el caso de un té saborizado la temperatura, dependerá de qué base de té ocupa”, asegura Molina.
4. CANTIDAD: La proporción ideal es 1 gramo por cada 100 ml de agua, si ponemos menor cantidad de té o incluso cuando volvemos a infusionar las hebras o bolsitas estaremos perdiendo la oportunidad de obtener el máximo beneficio de nuestra taza.
El Sommelier Profesional especializado en té advierte que, “se debe evitar diluir la preparación del infusor en agua y calentarlo muchas veces. El ideal es prepararlo y consumirlo inmediatamente, con la correcta proporción de té y agua”.
5. ESPACIO: Es importante utilizar infusores que brinden el espacio necesario al té para hidratarse y expandirse, de no tener espacio suficiente las hojas no se podrán hidratar completamente y no podrán traspasar todos sus beneficios a la taza.
TÉ PARA INVIERNO Y VERANO
Aunque el consumo de esta bebida se puede disfrutar en cualquier momento, hay algunas variedades que se recomiendan para ser consumidas en ciertas estaciones del año.
Eduardo, que hace algunos días asistió a la Feria Mundial de Té en Shanghai, nos explicó que la medicina tradicional china relaciona los tés con el yin y el yang, para diferenciar entre los tés que ayudan a enfriar nuestro organismo y aquellos que nos ayudan a entrar en calor.
“Las variedades que pertenecn al grupo Yin, son aquellos con nula o baja oxidación como el verde, blanco y algunos oolongs. Estos tipos de té son considerados fríos, es decir al beberlos enfriamos nuestro organismo y nos refrescan”, explica. Mientras que, “las variedades que pertenecen al grupo Yang, tienen una alta oxidación como otros tipos de oolongs, negros e incluso los rojos considerados calientes, que al consumirlos nos confortan y abrigan”.
Es por esto, que para este invierno el experto recomienda, “los tés negros, rojos y Oolongs de alta oxidación. Dentro de los tés saborizados se recomiendan sabores como la canela, vainilla, incluso los tés ahumados como el Lapsang Souchong y los famosos chai, que con su contenido de especias no sólo nos llenarán de energía sino que además potenciarán ese aumento en nuestras defensas”, finaliza.
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