Muchas son las personas que prefieren tener alimentos congelados en el refrigerador para ir consumiendo de a poco durante la semana, ya sea por un tema de tiempo o de comodidad. Y es que todas sabemos que llegar cansada después del trabajo a cocinar no es muy motivante.
Generalmente se dice, y se cree, que los alimentos frescos siempre son mejores que los que se cocinaron días antes y están en nuestro congelador esperando ser consumidos, o los que vienen congelados desde el supermercado, pero la BBC informó recientemente que estos últimos pueden ser tan buenos o incluso mejores que los frescos, debido principalmente al largo tiempo que demoran en ser cosechados y transportados hasta verdulerías, ferias y supermercados para que las personas los compren y consuman.
Por lo anterior, hablamos con Paula Álvarez, experta de Minuto Verde, quien tiene más de 15 años de experiencia en alimentos congelados, quien nos entregó cinco razones por las que no deberías descartar este tipo de alimentos.
¿Por qué preferir alimentos congelados?
Más fresco que el fresco
Los alimentos frescos, desde que se cosechan hasta su llegada a la estantería de una tienda, pueden pasar varios días sin que se les trate de forma alguna. “Los productos congelados, en cambio, se sacan de la tierra y en pocas horas son lavados y sumergidos en agua hirviendo para matar microorganismos potencialmente nocivos y alargar su vida útil”, nos explica Paula, agregando que luego son congelados de manera individual, cada grano a -40°C, sin incluir preservantes ni aditivos, haciéndolos más frescos que el fresco.
No pierden sus propiedades
Las frutas y verduras frescas se cosechan antes que lleguen a su punto de maduración, para así evitar que se estropeen al momento de ser transportados, es decir que no alcanzan su nivel nutricional máximo y lo siguen perdiendo durante el tiempo que pasan en el estante del supermercado.
En cambio, los congelados “se cosechan justo en su etapa de maduración impidiendo que estos pierdan las propias vitaminas y minerales que tienen estos productos”, afirma.
Precio estable durante todo el año
Por el frío, la lluvia o la sequía, las frutas y verduras experimentan alzas importantes que no dejan a nadie indiferente. “Los congelados sólo reajustan su valor una vez por año generalmente, permitiendo cuidar el bolsillo sin privarlo de ningún alimento”, expresa Paula.
A todas horas, todos los días
Ir a comprar frutas y verduras al menos una vez a la semana, y adquirir pequeñas cantidades para impedir que se descompongan, ya no es necesario. “Los congelados tienen mayor duración permitiendo ser usados durante los 365 días del año sin importar la estacionalidad. Así, puedes disfrutar de un pastel de choclo, porotos verdes o incluso berries y frutas más exóticas como mango y piña en invierno”.
Prácticos y ricos
Cocinar saludable ya no es sinónimo de cortar y picar largas horas. Para las clásicas recetas ahora se pueden encontrar listos sofrito, zapallo camote, champiñones laminados, habas peladas, entre muchos otros. alivianando la carga tanto a los chefs profesionales como a los amantes de la cocina.
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