Debido a la geografía de nuestro país, el agua contiene una alta concentración de minerales, especialmente en la zona norte y centro de Chile, lo que significa que si los artefactos que comúnmente utilizamos con agua, no son bien lavados para eliminar el sarro, estos podrían ocasionar problemas en nuestra salud.
Es por esto que Silvana Salinas, Doctora en Química y académica del Departamento de Ciencias Biológicas y Químicas de la Universidad San Sebastián, nos advierte de los daños que pueden provocar estos residuos y entrega algunos consejos que hay que tener en cuenta para liberarse del sarro.
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“Tenemos la presencia de sulfatos, sales de hierro y también de plomo, que tienen un efecto acumulativo en el organismo”, explica la Doctora, sobre todo en regiones donde la calidad del agua empeora, como en la zona central, donde se presenta más acumulación de sales de calcio y magnesio. “Tiene la particularidad de concentrar mucho carbonato de calcio y carbonato de magnesio, que al ser calentados precipitan y se forma una costra o sarro que se acumula en las ollas, teteras y hervidores eléctricos”, señala.
La experta advierte que un consumo prolongado de agua potable podría ocasionar que estos minerales provoquen problemas a la salud como cálculos renales, pese a que esta sea hervida.
“Si uno toma agua fría, ingiere casi la totalidad de estos carbonatos y si se hierve, la cantidad es menor, pero igual están ingresando al organismo”, recalca.
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¿Cómo liberarse del sarro?
Lo primero que destaca la especialista es limpiar bien los artefactos de cocina donde se pueda acumular el sarro, y para esto existen algunas estrategias que se deben realizar a lo menos una vez a la semana:
Enjuagar los utensilios con vinagre ayudará a remover de mejor manera el sarro. “En casa todos tenemos vinagre, que en el fondo es ácido acético y que ayuda a limpiar y remover este sarro, al igual que cualquier ácido como el cítrico que está presente en frutas como el limón”, dice Salinas.
Asimismo la docente de la USS también recomienda el jugo de limón. “Se puede ocupar vinagre o jugo de limón para limpiar el hervidor o la tetera, cubriendo la superficie del artefacto. Tiene que ser puro y sin mezclar, para luego hervirlo y con el aumento de la temperatura soltar el sarro y poder así ser eliminado. Después hay que lavar y enjuagar varias veces el artefacto para que no queden restos o el olor del vinagre”.
Otra estrategia, es “instalar filtros de carbón activado, que son unos adaptadores que van atornillados a la boquilla de la llave. Este filtro se elabora a partir del cuesco del durazno, el que se somete a un tratamiento de secado, rayado y molienda, para convertirlo en un polvillo que se ocupa en el filtro para retener el exceso de carbonatos y así captar otras impurezas”, sugiere Silvana Salinas.
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