Nos encanta mirarla y subir fotos de comida o lo que estamos haciendo en nuestro día. Sin embargo, Instagram le estaría haciendo un flaco favor a la salud de los adolescentes.
Y es que la popular red social de imágenes salió como la peor evaluada en lo que a salud mental se refiere. Un estudio, liderado por la Royal Society for Public Health, aseguró que “la capacidad de Instagram de filtrar cualquier imperfección, tanto literal como metafórica, despierta en los consumidores sensaciones de ansiedad, depresión, soledad e insatisfacción. Algo que afecta especialmente a mujeres jóvenes”, advierten en Glamour.es.
La investigación, realizada en 1.500 personas de entre 14 y 23 años, concluye así que Instagram es la app más nociva entre los adolescentes, “por su impacto en la salud psicológica de este grupo de edad más vulnerable”, indican en la web de El País, siendo seguida en el ranking por Snapchat, Facebook y Twitter.
¿Cómo se midió?
Para llegar a este resultado, “los investigadores valoraron 14 factores, tanto negativos como positivos, en los que estas aplicaciones impactan en la vida de este grupo de edad en el que su personalidad aún está en formación”, dicen en El País.
La app de fotos reprobó en siete de estos. “Los jóvenes reconocían que afecta muy negativamente en su autoestima (imagen corporal), en sus horas de sueño (asociado a múltiples problemas que se derivan de dormir poco) y en su miedo a quedarse fuera de eventos sociales (conocido por las siglas en inglés FoMO). Además, consideraron que fomenta el ciberacoso, que les genera ansiedad y, en menor medida, síntomas depresivos y sensación de soledad”, señalan en la misma web.
Incluso, uno de los entrevistados aseguró que “Instagram logra fácilmente que las niñas y mujeres se sientan como si sus cuerpos no fueran lo suficientemente buenos mientras la gente agrega filtros y edita sus imágenes para que parezcan perfectas”.
¿Qué hacer?
Según la versión digital de Glamour.es, la misma Royal Society for Public Health propone en su informe que, “para evitar las obsesiones enfermizas fruto del uso y abuso de herramientas de retoque, los distintos organismos con responsabilidad en el medio audiovisual (publicistas, medios de comunicación o marcas) adjunten un icono reconocible en sus fotos retocadas”.
Una medida que ayudaría a dejar de lado la obsesión por la perfección y que “serviría para discernir lo que es real de lo que no lo es”.
Además, las mismas autoras del estudio afirman que “es de vital importancia que intervengamos poniendo medidas preventivas”.
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