La semana recién pasada se celebró la Semana Internacional de la Crianza en Brazos 2017, en Chile aún no es muy multitudinaria la celebración, pero cierto es que año tras año la crianza en brazos cobra seguidores e informados adultos que la adquieren como relevante, al momento de enfrentarse a la maternidad/paternidad
La crianza en brazos está de vuelta, luego de años de tabúes y de asociar los brazos a “mal criar” sabemos de lo importante de la cercanía de la madre y su hijo. Conceptos como exterogestación, porteo, método canguro y otros, traen a colación los beneficios neurológicos que tiene el que estén en contacto con nuestro cuerpo durante los primeros meses.
Las guaguas nacen y son incapaces de moverse por sí mismas, van a hacer falta 9 meses para madurar neurológicamente y convertirnos en mamíferos capaces de movernos por nosotros mismos. El primer gran choque con la vida extra uterina es la fuerza de gravedad que nos tira hacia abajo, los brazos de la madre nos calman y nos hacen sentir seguros en este escenario tan vulnerable. Siempre nacemos prematuros y tan solo cerca de nuestra madre podemos descansar plenamente.
Los niños serán independientes en tanto hayan tenido una seguridad basal durante sus primeros años, de no tenerla se vuelven dependientes de nosotros los adultos.
Nuestro dispositivo mamífero nos indica que lejos de la madre estamos en peligro que pude venir el depredador a comernos, que debemos recordarle a la madre que nos ha dejado: ahí se activan las alertas del cerebro de la guagua y activa el llanto, llanto que tiene como fin el llamar a su mamá. Los niños piden brazos porque los necesitan y si estamos ahí para tranquilizarlos sin duda tendrán energía para otros procesos cerebrales más importantes.
Los niños, en brazos, sienten la seguridad del hábitat conocido: olor de mamá, voz de mamá, latido de mamá, movimiento de mamá. Nada los ayuda y los mantiene más seguros que estas variables. Los niños serán independientes en tanto hayan tenido una seguridad basal durante sus primeros años, de no tenerla se vuelven dependientes de nosotros los adultos.
El llevar a los niños en brazos el volver a las raíces, los métodos de porteo ergonómico emulan la forma en que nos cargaban en antaño: atados al cuerpo de nuestra madre: porta bebés ergonómicos o fulares son básicos y necesarios para las madres actuales que, poco a poco, dejan el coche para ocasiones especiales.
Los niños piden brazos porque los necesitan y si estamos ahí para tranquilizarlos sin duda tendrán energía para otros procesos cerebrales más importantes.
El porteo tiene múltiples beneficios, entre ellos beneficia la lactancia, ayuda a los recién nacidos a termo regular mejor, las guaguas coordinan respiración y ritmo cardíaco. De la misma manera, para las madres, hay beneficios que tienen que ver con la posibilidad de tener las manos libres para realizar actividades múltiples o compartir con hijos más grandes; las madres que eligen portear señalan que además el método es muy cómodo y permite viajar más liviano.
¿En qué debemos fijarnos?
En que las vías respiratorias estén siempre despejadas, jamás taparlas.
En que la cabeza de la guagua sebe estar a la altura de nuestros besos
En que siempre vaya mirando hacia nosotras
En que su espalda siempre esté en forma de C
En que sus piernas formen siempre una M
Más niños en Upa, más adultos seguros.
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