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Pataletas infantiles: Siete formas de manejarlas y contener a los niños

Una psicóloga comparte prácticos y efectivos consejos para no perder la calma y lidiar con las rabietas de los niños.

Por Biut y Agencias

Entre los 2 y los 4 años es frecuente que los niños reaccionen con rabietas o pataletas frente a algunas situaciones que les provocan ira o frustración.

Sin embargo es importante entender que es algo completamente normal. Según explica la Dra. Sandra Delgado, psicóloga y psicopedagoga de Clínica INDISA, asegura que “es un comportamiento esperable y predecible en los niños en edad preescolar, quienes no tienen la capacidad de calmarse y autorregular sus emociones. Por eso es vital que tengan el apoyo y la mediación del adulto -padre, madre o cuidador- para controlar el episodio”.

A pesar de que este período suele ser desgastante y desagradable para los papás, es trascendental en el crecimiento. “Se tiende a desarrollar en una etapa llamada de autoafirmación, donde el niño tiende a cierta búsqueda de autonomía y a decir ‘no’ ante todo, reflejando, justamente, la necesidad de afirmación. Es por eso que no tolera las restricciones y no sabe cómo expresar verbalmente y de manera adecuada sus sentimientos, exteriorizando esa frustración mediante verdaderas pataletas”, explica la especialista.

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Los niños no tienen las mismas herramientas que los adultos para comunicar lo que sienten. Por lo tanto, ponerse en su lugar, tratar de entender su reacción y ayudarlos a identificar lo que les pasa los hará aprender a expresarse en forma gradual. “Es una manera que el niño conoce para comunicar sus emociones, las que, además, no puede controlar. Ahí radica la importancia de que, como padres, las enfrentemos adecuadamente para que aprendan a modificarlas dentro de su proceso normal de desarrollo y, así, permitir que el niño obtenga recursos para enfrentar a futuro situaciones frustrantes”, recalca la psicóloga de INDISA.

Hay que empezar a preocuparse cuando el niño pierde el control de manera recurrente, le cuesta entender las explicaciones lógicas de los padres o puede dañarse o dañar a otros. La psicóloga indica que “si sus pataletas empiezan a dificultar su manera de relacionarse o dañan su integridad física, se recomienda siempre buscar el apoyo de un profesional y así ayudar al niño y a su familia”.

¿Qué hacer cuando se desata una pataleta?

1. Mantener la calma. Los adultos son modelos para los niños. Lo mejor es no enojarse y no gritarles; siempre se recomienda generar una atmósfera tranquila, lo que ayuda al niño a  recuperar el control.

2. Mostrar cariño. Abrazarlo y ofrecerle una actividad que lo distraiga pueden atenuar o evitar una gran pataleta.

3. Entender qué fue lo que gatilló la rabieta y conversar lo que crees que le está pasando. Ejemplo: “Te enojaste porque se cayó el juguete”; “te dio pena porque tenías muchas ganas de jugar con ese autito y otro niño lo tomó”.

4. Distraerlo con otra actividad o darle otra alternativa para que su atención cambie de foco.

5. ¡Refuérzalo! Si lo logra entender, abrázalo, dile que lo hizo bien. Hazle saber que valoras su esfuerzo.

6. Evita el uso de castigos. Estas estrategias pueden aumentar la rabia, pena y frustración. Es mejor usar premios, que pueden ser una abrazo, un reconocimiento o un stickers, que refuercen la conducta adaptativa.

7. Cuando no es un buen momento, se recomienda dar explicaciones cortas y simples. Una vez que se calme, busca un momento tranquilo para hablar de lo que ocurrió.

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