Chile está viviendo un estallido social que no ha dejado indiferente a nadie, nuestras rutinas se encuentran alteradas causando estrés e incertidumbre. Si a esto le sumamos la permanente exposición mediática de la crisis y las constantes conversaciones al respecto, el cuadro se puede intensificar y comenzar a generar cuadros de angustia, ansiedad, tensión, estrés, sensación de impotencia y descontrol.
Quiero entregar algunos consejos para que los padres puedan enfrentar esta crisis social con sus hijos para llegar a entendimiento.
¿Cómo conversar con los adolescente?
1. Escuchar su opinión y postura respecto de esta crisis
Reflexionar con ellos, preguntarle sobre cuáles creen que son las causas y qué soluciones creen viables. Los padres deben utilizar a su favor las características propias de la adolescencia que benefician el abordaje de crisis como la que nos encontramos viviendo. Una de éstas, es la habilidad de pensamiento autónomo, la cual les otorga una mayor reflexividad y una capacidad para pensar y teorizar sobre esta crisis social.
2. Ser receptivos y aprender de su visión
Tenemos que saber que el adolescente se encuentra en una etapa donde se proyecta desde sus ideales y por lo tanto, desde aquellos, puede tener aportes que no hemos considerado. Estos ideales, pueden actuar como un motor que los incita a sentir que deben hacer algo y es aquí también, donde debemos conversar con ellos sobre los posibles riesgos y aciertos de este activismo. Guiarlos y orientarlos respecto de los lugares y contextos en los cuales manifestarse.
3. Escoger momentos del día para “conectarse” y estar al día de lo que está ocurriendo
El estar todo el tiempo inmerso en los medios de comunicación, aumenta la sensación de tensión y angustia.
4. Evitar conversar todo el tiempo de la crisis
Recomiendo intentar realizar las actividades que se hacen normalmente en la casa, como por ejemplo ver una película, leer, escuchar música, etc. De esta manera alivianamos el estrés que genera una crisis como la que está sacudiendo a nuestro país.
5. No juzgues sus emociones
Acogerlas y validarlas también, “es normal que te sientas así”, “a mi también me da rabia” son frases que crean empatía y cercanía con tus hijos. Los adolescentes tienen voz respecto de lo que está ocurriendo, una voz igualmente válida que la de sus padres, por lo que hay que escucharlos con atención y no, desde la invalidación de su perspectiva sólo porque “es más joven” o “aún no tiene experiencia”.
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