Este procedimiento se ha ofrecido en los últimos años a las pacientes con cáncer, por el riesgo de infertilidad asociada con algunos tratamientos.
En la actualidad, se ha incrementado el número de mujeres que deciden retrasar la maternidad por razones sociales. Muchas quieren estudiar, tener una profesión, realizarse en su trabajo, viajar por el mundo o darse el tiempo para buscar al hombre indicado, antes de ser madres.
Sin embargo, explica el Dr. Reinaldo González, ginecólogo experto en infertilidad de Clínica Avansalud, “el problema es que la fertilidad declina con los años y la calidad de los huevos no es la misma a los 30 que a los 20, razón por la que las probabilidades de quedar embarazada o concluir un embrazo con éxito, bajan”.
Así es como una mujer después de los 40 años tiene una posibilidad de embarazarse espontáneamente menor a un 5% por ciclo, debido a la disminución en la cantidad y calidad de sus óvulos. Luego, si se embarazó, la posibilidad de aborto espontáneo es superior al 50%. El otro riesgo es el resultado: la probabilidad de tener un hijo con alteraciones genéticas -por ejemplo, síndrome de Down- es de es 1 en 1.500 a los 20 años, 1 en 356 a los 35 y 1 en 100 a los 40 años.
“La técnica del congelamiento de óvulos podría ser útil en especial para las mujeres menores de 35, ya que la llamada ‘reserva ovárica’ va disminuyendo con la edad. Pero la principal sugerencia es tener hijos antes de los 38 años”, aconseja el especialista. Esto, porque no se trata de un método 100% seguro. “Congelar los óvulos no garantiza que las mujeres serán madres porque en esto influyen múltiples factores. El consejo que yo puedo dar a mis pacientes es que si quieren tener hijos, no posterguen la decisión, porque mientras más tiempo pasa es peor”, acota el experto de Clínica Avansalud.
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