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Las etapas para reponerse de una ruptura amorosa

Terminar una relación es devastador para muchas personas, pues esto significa cambiar nuestras rutinas y los planes que teníamos. Lee aquí los mejores tips para superar esta situación.

Por Javiera Arrate /@javiarrate

Cuando terminamos una relación no es fácil seguir la vida como si nada ha pasado. Tras una ruptura amorosa quedan atrás los planes y las proyecciones que teníamos con nuestra pareja, considerando que llevaban harto tiempos juntos.

Hablamos con Raúl Carvajal, psicólogo Clínica Santa María, quien nos contó respecto al quiebre de las parejas que “es distinto que la relación se rompa por el desgaste propio, por ejemplo, que se dejaron de querer, a que se rompa por una infidelidad, porque la emoción que aparece es distinta. Una persona que termina una relación con rabia le cuesta mucho más tiempo y necesita hacer muchas más cosas para poder hacer este cierre e interiorizar la experiencia de quiebre“.

El especialista agrega que son pocas las parejas que terminan de mutuo acuerdo, pues somos más cobardes y esperamos que haya un hecho puntual que quiebre la relación. “Cuando tiene que ver con una infidelidad lo que primero domina es la rabia, entonces la gente se pone más errática, empieza a decir cosas que no debería haber hecho ni dicho. Una vez que se agota la rabia viene la pena y con ella empieza todo el proceso”, dice el experto.

El luto y los tiempos

En los casos de relaciones importantes las personas están afectadas entre tres y seis meses, que es sin duda el período más difícil. “Durante ese período existe una búsqueda permanente de lo que está haciendo el otro, cuestionarte si es que había que terminar o no, llamar a las cuatro de la mañana, entre otras cosas”, señala el terapeuta. Además explica que esto se vive como un duelo en el que hay varias etapas entre ellas “shock, rabia, angustia, desesperanza, culpa, impotencia y el pacto, momento en el que la persona reflexiona que tiene que hacer algo para salir adelante y finalmente la aceptación, cuando piensa en que la otra persona ya no está, no hay nada que hacer y tiene que hacer algo para salir adelante “. Carvajal explica que este proceso se vive en todos los duelos y que las etapas no siempre van en el mismo orden.

Es importante destacar que durante el primer mes las personas presentan angustia y mucha ansiedad, si pasado ese mes siguen mal y no son capaces de llevar sus actividades diarias es recomendable que busquen ayuda profesional.

Recomendaciones para seguir viviendo

“Lo primero es que uno tiene hablar mucho de esto, con la gente más cercana, con los amigos, porque la primera etapa es de harta confusión con respecto a qué hice mal, si toda la culpa es mía y eso puede atormentar bastante. En la medida en que yo empiezo a hablar, empiezo a ver por mi mismo algunas cosas que no puede ver”, explica el psicólogo.

Si la persona afectada tiene pena, pero siente que puede seguir sobreviviendo lo recomendable es que haga cosas, entre ellas salir, empezar a conocer nuevas gente y grupos nuevos de amigos, con en el fin de empezar a encontrarse con esta nueva persona en esta nueva etapa que está viviendo.

“Recomiendo tener un espacio donde yo me reconozco sin el otro, ahí nos empezamos a sorprender de redescubrir cosas, por ejemplo puedo ser tan entretenido, puedo ser tan atractivo como lo era antes de esta relación”, comenta el especialista, quien agrega que “es importante tener un espacio para uno mismo, sentarme en una plaza y leer lo que no he leído en mucho tiempo, darme esos espacios para mi”.

Una de las claves según el experto es volver a enamorarse de uno mismo. “Cuando consigues eso logras volver a enamorar a otra persona. La pregunta que hay que hacerse es que si a la persona que yo más amo quiero volver a exponerla a estar con esta persona que me hizo daño“, explica Raúl Carvajal.

Respecto de duelo, señala que “hay un proceso en que la persona dice ‘me estoy dando cuenta de lo libre que me siento, se me había olvidado’ ahí estamos bien, eso significa que la persona volvió la mirada hacia si misma y se da cuenta que hay cosas que le gustan y disfruta”, además concluye que sanarse es darse cuenta de lo que significa estar solo, cambiar las rutinas, los sueños y los planes, pues la ruptura de una relación consolidada es una movida de piso fuerte, pero también destaca que es una tremenda oportunidad para rehacer todo lo que no estaba bien hecho, algo que la persona no ve inicialmente.

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