Existen cada vez más aplicaciones para los celulares para medir diferentes tipos de actividades, pero aún faltaba una que permitiera medir el rendimiento sexual, y justamente de eso se encarga el nuevo “condón inteligente” llamado i.Con Smart Condom, creado por una compañía británica.
Más que un condón, este aparato es más bien un anillo el cual está pensado para colocarse en la base del pene durante la relación sexual y así poder tener información como “las calorías consumidas, según cuentan sus creadores en su página web; pero también el número y la velocidad de las penetraciones, la duración del coito, la frecuencia de las relaciones en el tiempo, la temperatura de la piel, o la variabilidad en las posiciones”, según informan en El País y que posteriormente, el usuario recibirá en su Smartphone.
Una de las novedades que también promete este aparato, es detectar enfermedades de transmisión sexual. Sin embargo, para Ignacio Moncada, jefe del Servicio de la Urología y de la Unidad del Varón del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela esta herramienta “es imposible” que sea capaz de detectar infecciones de transmisión sexual, ya que para ello “se requiere un estudio microbiológico especializado”.
Sobre medir las calorías quemadas en la relación sexual, el especialista señala que “es teóricamente posible medir el número de penetraciones y multiplicarlo por un consumo energético fijo y así calcular el consumo energético”, pero hay que tener especial cuidado con no obsesionarse y no caer en lo que se conoce como “ansiedad de ejecución”, algo que Moncada explica como “que se esté más atento a las reacciones y a la respuesta sexual que a la propia actividad”.
A esto, se le suma la sexóloga Núria Jorba que señala que “nadie piensa ‘ese día fue genial porque logramos estar 15 minutos de coito’. La mayor parte de las veces el buen recuerdo tiene que ver con las sensaciones que tuvimos, aspectos imposibles de medir o cuantificar”.
Buscando la funcionalidad más médica, Jorba dice que esta herramienta podría utilizarse cuando existe disfunción sexual: “podría ser una posible herramienta terapéutica para casos de disfunciones sexuales, ya que a los profesionales médicos o sexólogos nos podría dar información útil de lo que está ocurriendo en realidad (tiempos, calidad y duración de las erecciones, etcétera)”. Pero es importante tener en cuenta que “siempre tendría que estar supervisado por un profesional y que el propio usuario no pudiera acceder al dispositivo [con estos fines] sin prescripción”.
Finalmente, la sexóloga comenta que “puede interferir en la relación, ya que te hace estar pendiente de colocártelo, de si lo tienes bien puesto, de si está funcionando, puede molestar dificultando el placer y las sensaciones, tanto para el hombre como para la mujer”.
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