Drama, pasión, intensidad. Amarse y repelerse. Lucha de poder o de control. Críticas abundantes. Falta de respeto. Reconciliaciones apasionadas, una intensidad que te hace llegar a las nubes para después caer de golpe. ¿Te suena conocido?
Por lo general, las personas que caen en este tipo de relaciones tienen una fuerte presencia de Plutón en su carta astral, esto depende de su fecha, hora y lugar de nacimiento.
Este tipo de relación es conocida como relación erótica, no sólo por su fuerte intensidad sexual, sino porque de alguna forma implica el sufrimiento, intensidad, pasión, necesidad de fusión, de vivir el éxtasis de forma constante. Algo que es imposible mantener en el tiempo y eso implica dolor y desgaste. La persona no es consciente ni sabe manejar su necesidad de pasión y fusión; costando mucho poner un freno a sus emociones cuando estas se activan.
En muchos casos estas personas vivieron con uno de sus padres o con ambos, relaciones de gran intensidad y drama emocional. Sintiendo a uno de estos como a alguien poderoso y dominante, un progenitor que tenía una forma de amar que nutría pero ahogaba. Amor, resentimiento y dolor convivían al mismo tiempo, donde el niño podía sentir miedo y una gran sensación de amenaza, como si esa persona que amamos también pudiera destruirnos o abandonarnos.
Esto genera en el futuro adulto una fuerte necesidad de control en sus relaciones. Necesitamos sentirnos seguros, que no va a pasar algo que duela o la necesidad de controlar al otro para lo que queremos. Esta es una de las razones principales de las peleas en la pareja, porque por mi necesidad de control tiendo a manipular y a volverme intolerante. “Sólo acepto el tipo de amor que yo quiero recibir, si no me lo das como espero va haber conflicto”.
Además se suele tener una gran rabia y resentimiento en su interior. Este proviene desde la época infantil y suele liberarse con la pareja, especialmente cuando se sienten heridos, engañados, traicionados o abandonados.
También es importante entender que debido a las relaciones que se tuvieron con los padres, en el inconsciente de la persona queda la idea de que amor es igual a sufrimiento. Amor es igual a complicaciones.
Por lo tanto, es posible que busquen relacionarse con personas que tengan un patrón parecido a sus padres. Personas profundas, complejas, apasionadas y dramáticas, que incluso pueden ser amargadas o con impulsos destructivos. Y no pueden alejarse de una relación así, es adictiva y tentadora. Esto ocurre porque en su inconsciente, amor es igual a sufrimiento.
En un nivel profundo, más allá del miedo o la necesidad de control, Plutón da una capacidad de entrega y de amor total. Si tienes una fuerte presencia de este planeta vas a dar todo por el otro. El problema es que mientras no te des cuenta de esa necesidad de control o de que te devuelvan el amor como tú esperas, vas a seguir cayendo en el drama, oscureciendo la real capacidad de amar y entrega que hay en ti.
¿Cómo salir de esto?
– Primero observar y aprender a tomar consciencia de tu propia intensidad, de esas emociones que te poseen y te llevan a “negro”. El dejar de culpar al otro y aprender a mirarse es clave para ir disminuyendo los excesos y no terminar cayendo en el drama.
– Segundo, ver y reconocer tu necesidad de control en las relaciones, ver tu sombra, aceptar que está ahí, tu lado manipulador, resentido, intolerante, celoso y posesivo. La sombra es la parte “mala” que negamos y no aceptamos en nuestro interior. Al rechazarla le damos más poder. Sanar a Plutón implica aprender a reconocerla y darle una expresión creativa.
– Tercero, ir sanando la idea de que amor es sufrimiento. Y eso implica una aceptación, reparación y liberación de las experiencias vividas cuando niño para disminuir el dolor interno, el vació, la sensación de impotencia, de ser atacado y abandono. Entre más amor lleves a tu interior, más vas a liberarte de esa creencia. Podrás amar apasionadamente, pero cayendo menos en el drama y los conflictos.
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