Después de una década en Chile, la pastilla del día después vuelve a estar en primera línea luego que la última encuesta Cadem revelara que el 76% de los chilenos apoya su uso como método de anticoncepción de emergencia.
Además, según información disponible por la industria privada, se reveló que, si en el año 2009, el consumo del método, alcanzó a 26 mil 747 dosis de la píldora del día después, en 2018 aumentó a 345 mil 506.
Es decir, su uso aumentó alrededor de 13 veces desde el lanzamiento de Escapel© en Chile, luego que la Ley 20.418 (que fija las Normas sobre Información, Orientación y Prestaciones en materia de regulación de la fertilidad) permitiera su distribución, tanto en el sistema público como el privado.
Las cifras también revelaron que la obtención de la pastilla a través del sistema público, tiene un consumo más bajo en comparación con el sistema privado, que se podría deber a factores de carácter sociocultural, según indica el ginecólogo experto en anticoncepción, Guillermo Galán.
“Gran parte de la población no obtiene la píldora por falta de información (…) Aún persisten mitos que no permiten el esperado uso que debiera tener el fármaco. Asustan con que es abortivo; y yo me pregunto cómo va a serlo, si está comprobado científicamente que impide la unión del espermio con el óvulo”, aseguró el especialista.
Entonces, ¿cómo funciona la pastilla del día después?
La pastilla de anticoncepción de emergencia (PAE) es un método que se usa para evitar un embarazo no planeado después de una relación sexual sin protección o cuando la alternativa utilizada falla, como ruptura de condón o el olvido de la pastilla habitual.
En Chile, los productos originales y por lo mismo, referentes de la PAE, son Escapel© 1 y Escapel© 2. La actual píldora destaca por su presentación en una dosis de 1,5 miligramos de levonorgestrel, una sustancia que inhibe o retrasa la ovulación, razón que explica su nulo efecto abortivo, por cuanto en ausencia del óvulo, no puede haber fecundación.
Para que el levonorgestrel logre su efecto, “la pastilla debe tomarse máximo 72 horas posteriores a una relación sexual desprotegida, considerando siempre que su efectividad disminuirá con el paso del tiempo” explica el doctor Galán, aclarando que “cualquier mujer puede administrar la píldora; incluso, aquellas que tienen patologías mamarias, hipertensión, diabetes, entre otras enfermedades”.
Cabe mencionar que la actual píldora del día después fue respaldada -en 2005- por la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) como más eficaz y segura para evitar el embarazo en comparación con las dos píldoras de la primera presentación. Hoy existe sólo un 25% de probabilidades que el fármaco, una vez administrado, cause un poco de náuseas, mareos y vómitos.
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