Una situación totalmente inusual y única fue la que se vivió esta mañana con el Papa Francisco a bordo del vuelo que lo trasladó hasta Iquique.
Paula Podest de 39 años y Carlos Ciuffardi de 41, tripulantes de cabina del avión, estaban casados por el civil y le pidieron una bendición. El Papa les preguntó si estaban casados por la Iglesia y ellos dijeron que no porque ésta se había caído en el terremoto. Tenían fecha de casamiento para el 27 de febrero de 2010. Entonces el Papa les dijo “¿y quieren que los case?”.
El Papa bendijo las argollas y luego pidió que se redactara el acta de matrimonio en una hoja de la aerolínea LATAM. Ignacio Cueto, quien viajaba en el avión con el Papa, fue el testigo .
Cuando se pusieron las argollas les dijo que no estén muy apretadas, porque torturan, pero si están muy sueltas se caen.
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