En Estados Unidos varios estados han prohibido la venta de las llamadas bebidas alcohólicas cafeinadas y ahora la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés) de ese país advirtió a otros cuatro fabricantes que retiren sus productos del mercado.Varios estudios pasados habían revelado un vínculo entre el consumo de estas bebidas y un mayor riesgo de accidentes y trastornos vinculados al alcohol.
Ahora, sin embargo, los expertos advierten que hace falta también llevar a cabo investigaciones sobre los riesgos de las bebidas energéticas, porque los jóvenes y los adolescentes -los principales consumidores- continúan mezclándolas con alcohol.
“Aunque varios fabricantes de cerveza cafeinada han retirado sus productos del mercado, no hay indicios de que los jóvenes hayan disminuido la práctica de combinar alcohol con bebidas energéticas”, afirma el doctor Jonathan Howland, profesor de ciencias de salud comunitaria de la Universidad de Boston, Estados Unidos.
Según el investigador, que dirigió un trabajo publicado en American Journal of Preventive Medicine (Revista Estadounidense de Medicina Preventiva) los “pocos estudios” que se han llevado a cabo sobre los riesgos de la mezcla de alcohol con bebidas cafeinadas revelan que “los que lo consumen tienen tres veces más riesgo de salir de un bar altamente intoxicados”, comparados con los que consumen alcohol sin cafeína.
Y cuatro veces más riesgo de intentar conducir después de salir del bar intoxicado, agrega.
Mezcla peligrosa
“Otro convincente estudio -dice el experto- encontró que los estudiantes que consumen esas bebidas tienen el doble de riesgo de cometer o ser víctima de un ataque sexual, viajar en un automóvil con un conductor intoxicado, tener un accidente relacionado con el alcohol o requerir tratamiento médico”.
A pesar de que las medidas adoptadas por la FDA para retirar estas bebidas del mercado han sido recibidas positivamente por los expertos, muchos creen que ahora será necesario llevar a cabo más esfuerzos para hacer a los jóvenes más conscientes del riesgo de preparar sus propias mezclas de bebidas energéticas y alcohol.
“Los mensajes publicitarios presentan a las bebidas energéticas como un medio para mejorar la energía y el estado de alerta y para prolongar la fiesta y la salida al club”, afirman los investigadores.
Según el doctor Howland, “dependiendo de la marca, estas bebidas contienen varios estimulantes, principalmente cafeína, pero también guaraná, taurina y derivados del azúcar”.
El experto agrega que de las 577 bebidas cafeinadas que aparecen en la lista del sitio energyfiend.com (una página de internet creada por un grupo de autodenominados “adictos a la cafeína” que reseña todas las bebidas con cafeína del mercado), al menos 130 superan el límite de cafeína de 0,02% impuesto por la FDA para las bebidas gaseosas.
Las bebidas energéticas, que salieron a la venta hace más de una década, son muy populares entre adolescentes, estudiantes y deportistas porque desde el principio los fabricantes promovieron entre el consumidor la percepción de que podían recuperar de la fatiga y el agotamiento, además de mejorar la habilidad mental.
“Los mensajes publicitarios presentan a las bebidas energéticas como un medio para mejorar la energía y el estado de alerta y para prolongar la fiesta y la salida al club”, afirman los investigadores.
“La publicidad también promueve la percepción de que pueden contrarrestar los efectos sedantes del alcohol y los impedimentos que éste causa”, añaden.
Dependencia
Los expertos ahora están pidiendo llevar a cabo más investigaciones sobre los efectos de combinar estas bebidas con alcohol y compararlos con los de la mezcla de bebidas no cafeinadas.
“Específicamente -dicen los autores- sus efectos en las capacidades cognitivas y la conducta relacionada a la seguridad del consumidor, como su capacidad para conducir y los comportamientos de riesgo sexual”.
Otro estudio, que será publicado próximamente en Alcoholism: Clinical & Experimental Research (Alcoholismo: Investigación Clínica y Experimental) encontró un vínculo entre el consumo de bebidas energéticas y la dependencia al alcohol.
El trabajo, llevado a cabo con más de 1.000 estudiantes, halló que muchos jóvenes y adolescentes consumen “de forma inocente” grandes cantidades de bebidas energéticas para mantenerse despiertos.
“Encontramos que ese consumo está asociado con un incremento en el riesgo de dependencia al alcohol -señalan los autores- posiblemente vinculado a la cafeína”.
Una de las bebidas energéticas más populares del mundo, Red Bull, ha sido sujeta a prohibiciones de venta -posteriormente levantadas- en Francia, Dinamarca y Noruega.
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