Vas feliz por manejando y cantando en tu auto y de pronto sientes que tiene un ruido y se comienza a mover raro.
Te detienes y ves que pinchaste un neumático. Acto seguido te desesperas y comienzas a pensar en qué hacer.
Esta escena es un clásico en las calles, ya que por lo general las mujeres somos un cero a la izquierda en temas automotrices. Pero no te preocupes: aquí te enseñaremos algunos simples trucos para que evites bochornos y salgas adelante sin ayuda.
Adentro del auto
Siempre tienes que estar atenta a las luces del tablero, ellas indican los niveles de varios aspectos relacionados con el óptimo funcionamiento del vehículo, como el nivel de aceite, el buen funcionamiento del motor y problemas con los frenos o la batería. Si alguno de estos testigos luminosos no se apaga mientras vas conduciendo, lo mejor es que te hagas el tiempo de ir al taller, antes de que el auto comience a empeorar.
En el taller
Siempre trata de informarte acerca del problema que pueda tener tu auto, ya que en los talleres pueden pasarte gato por liebre. Busca lugares que te parezcan confiables y que tengan políticas de satisfacción garantizada. Si le cambian piezas al vehículo pide que te muestren las que sacaron para ver su desgaste (aunque no te interese) y siempre pide un presupuesto detallado antes de comenzar el trabajo.
Los neumáticos
Si pinchas, asegúrate de acercarte lo más posible a la berma, poner los intermitentes, los triángulos a una distancia razonable y usar un chaleco reflectante por seguridad. Si tu seguro tiene un servicio de grúa es el momento apropiado para usarlo, aunque es mucho mejor que cambies tú misma la rueda que está fallando. Si vas a aceptar ayuda de los transeúntes, procura asegurar el vehículo y tener las llaves siempre contigo.
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