Desde que la modelo hizo público su término con Leandro Penna y, al poco tiempo, su relación con el bailarín, Raúl Peralta, las críticas hacia ambos y los comentarios negativos sobre el físico de él, han ido en aumento.
Silva compartió una imagen de los dos en su cuenta de Instagram a lo que una usuario escribió: “Feo el Peralta… Leandro hermoso! Cómo te cambiaron los gustos Lisandra”.
La ex chica reality no aguantó los insultos y comparaciones hacia su pareja, por lo que respondió: “Señora mía. y si mañana los dos tuvieran un accidente y se les quemara el rostro… con quién se quedaría? Con la persona que la trata como una planta o la persona que la trata como una princesa? Lástima usted con todos sus años y su belleza interior no lo haya entendido aún”.
Pero, ¿qué nos hace creer que una persona es más o menos atractiva que otra? La psicóloga clínica, Brenda Rojas Rodríguez, tiene la respuesta.
“La belleza se sustenta desde los aspectos de inteligencia e integridad que tiene el varón y cómo ello lo proyecta en su comportamiento cotidiano, desde el ser y el hacer. Esto me lleva a valorar a la persona desde su ser y para ello debo conocerlo y compartir momentos cotidianos con la persona y desde allí dimensionar su belleza”, señaló la especialista.
Imagen gentileza: Freepik
Sin embargo, no se puede desconocer que también existe la belleza física, a lo que la experta respondió que “tiene que ver con los aspectos considerados socialmente y que están arraigados en nuestro subconsciente de “lindo y feo”, pero ello no logra traspasar en algunos casos los comportamientos”, añadió Rojas.
Finalmente, mencionó que “desde niños crecemos con una creencia de que la belleza solo tiene una mirada basada en lo que la sociedad espera de estos cánones preestablecidos. Esto va moldeando el comportamiento de la persona, quien busca calzar en este estereotipo, tratando de pertenecer a su grupo social que comparte esta belleza y culto a lo físico…Por lo tanto la “belleza” no solo se trasunta al otro, sino que tiñe la visión que tenemos de nosotros mismos y es allí donde estaría el conflicto de estereotipar la belleza desde cánones sociales castradores y egoístas”.
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