Muchas son las familias que debaten si es adecuado o no que los niños ocupen su tiempo libre usando tablets o celulares. Esta misma discusión la tuvo Molly DeFrank, quien finalmente decidió vetar los elementos electrónicos de la vida de sus hijos. ¿Cuál fue el resultado?
A través de un post en su blog, el que también compartió en sus redes sociales, Molly, madre de cinco niños, incluida a una pequeña del sistema de familias de acogida, contó que a pesar de que solo permitía a su hijos usar sus aparatos electrónicos por una hora, aún así, “las pantallas aparentemente silenciaron su creatividad, causaron mal humor, peleas y quejidos. No me gustaba”, escribió.
“Resulta que las pantallas les estaban haciendo a mis hijos exactamente lo que los estudios afirmaron que estaban haciendo: cultivar personitas distraídas, malhumoradas y discutidoras. No es lo que quiero para mis bebés a quienes amo más que a la vida”, relató Molly.
La bloguera cuenta que “un día, cuando llegué a casa después de hacer mandados, mi hijo que estudia en kindergarden, me saludó en la puerta con un “¿Puedo jugar en tu teléfono?” Eso fue el colmo“, señaló.
Entonces, les dijeron a sus hijos que las pantallas ya no eran una opción en la casa. “Después de que el llanto y el crujir de dientes disminuyeron, ¿adivina qué? Todos siguieron adelante. Lo que comenzó como una desintoxicación de pantalla de treinta días se ha convertido en una revisión del estilo de vida en nuestra casa de cinco niños menores de diez años”.
DeFrank se sorprendió al darse cuenta lo fácil que fue dejar de lado la tecnología, “era como si hubiera tenido a mis hijos de vuelta“. Tras unas semanas de empezado el detox electrónico, sus hijos los vieron leyendo a ella y a su esposo en la cama. “Tomaron sus propios libros y se unieron a nosotros. En los restaurantes traen una pila de libros en lugar de ipads. Mi hija ha crecido cinco niveles de lectura en siete meses“.
Con esta historia, Molly compartió una bella imagen de sus cinco hijos leyendo distintos libros cada uno, aclarando también que esta no fue una foto preparada, haciéndose rápidamente viral.
“Mi hija lee libros más rápido de lo que puedo comprarlos, mi hijo ha enseñado clases de arte familiares (idea suya), y aparentemente el “anda a jugar afuera” que nuestras madres usaron con éxito en nosotros, ¡TODAVÍA FUNCIONA! (Si los niños no están entumecidos en las pantallas)”, reveló DeFrank.
Al respecto, Molly también agrega que sus hijos juegan más juntos, “son más creativos, más obedientes, más felices y duermen mejor. Sin duda, siguen siendo seres humanos y pueden pelear entre ellos como cualquier hermano. Pero el cambio en sus actitudes en general fue instantáneo, notable y para mejor”.
Finalmente, la escritora de Mollydefrank.com, concuerda de que la tecnología puede ser muy útil, pero que la clave es hacer que esta funcione para nosotros y no al revés. Pero que si crees que tus niños podrían beneficiarse, recomienda totalmente que se tomen un descanso de las pantallas.
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