Cuatro formas de reinventar el negro

Por Biut y Agencias

Si queremos graficar elegancia en la moda, hay una imagen que salta de forma casi automática a la retina: la de Audrey Hepburn en la película Desayuno en Tiffany’s. Ese modelo, diseñado en 1961 por Hubert de Givenchy, era un poema a la sobriedad y el estilo. Durante siglos el vestido negro sólo se usó en funerales o para denotar luto, pero en 1926 Coco Chanel revolvió las cosas para siempre y lo situó donde merecía, o sea en la cumbre de la sofisticación. Eso fue gracias a su famoso modelo Ford, hecho en raso y satín. Más tarde Givenchy, Armani, McQueen y otros grandes del diseño cobraron la venganza que el atuendo oscuro requería en el terreno de la moda. Hoy cada una de nosotras puede elegir el modelo que más le acomode, sin olvidar que también hay que saber escoger el accesorio perfecto y así dar vida a un estilo que refleje nuestra personalidad. Un collar colorido, por ejemplo, puede renovar ese vestido negro que siempre debemos tener en el clóset. Sólo se trata de mantener abiertas las puertas de la imaginación. Acá presentamos cuatro propuestas.

 

Un toque folk y chic

No hay que confundirse. La elegancia no tiene que ver necesariamente con el glamour. A veces un vestido negro y un collar artesanal bastan y sobran para demostrar garbo. Lejos de ser una propuesta ‘hippie desastrada’ la nuestra es una inspirada en lo folk-chic. Los accesorios compiten de igual a igual en el protagonismo con el vestido y ayudan a estilizar aun más la figura. Y como manda toda ecuación de sobriedad y buen gusto: menos es más.

La sofisticación gótica

El aire de misterio es una de las características principales de esta estética sombría y a la vez vampiresca. Y no necesariamente hay que tener 18 años para seguir este estilo. Nuestra propuesta rescata ciertos elementos que reflejan a una mujer de mucho carácter. La estética se completa sí y sólo sí con los accesorios: pulseras, anillos y aros están friamente calculados. Acá el colgante con la cruz aporta el toque final.

Tras la magia de Alicia

El director Tim Burton lo ha hecho antes y ahora va por más. Marcó pauta en el terreno de la moda con su visión neogótica para el vestuario de El Joven Manos de Tijera. Su nuevo filme Alicia en el País de las Maravillas otra vez tiene a los expertos de la moda encandilados. Para su versión del clásico de Lewis Carroll, Burton guardó en el clóset ese delantal ingenuo propuesto por Disney. A cambio ofrece una Alicia con un vestido con volantes y cintas al azar como una especie de corsé. Los accesorios aportan candidez a esta estética de magia y ensueño.

Con ese inconfundible aire ochentero

Los años 80 estuvieron marcados no sólo por las hombreras, los colores chillones, las botas blancas y los cinturones anchos. El peinado, el maquillaje y los accesorios siempre tuvieron un lugar preponderante en el look: las chasquillas fijas, por ejemplo, pasarán a la historia como uno de los íconos de la época. En esta propuesta el pañuelo y la cartera fucsia avivan el vestido negro. El maquillaje, en armonía con los accesorios, es elegante pero atrevido a la vez.

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