Curioso es el destino de los cuentos infantiles. Nacidos como parábolas aleccionadoras en la tradición oral y luego llevados a la letra impresa por autores como Charles Perrault o los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm, muchos de ellos terminaron popularizándose en el cine a través de las versiones animadas de Disney. En la clásica película Blanca Nieves y los siete enanitos (1937), por ejemplo, Hollywood hizo que la malvada reina fuera la madrastra de la princesa Blanca Nieves y no su auténtica e inclemente madre como en la primera versión del cuento de los Grimm.
Suavizar las texturas de los relatos originales pareció ser la máxima de la gran industria del cine, hasta que la fórmula se agotó y ahora el camino a seguir indica una estrategia exactamente opuesta: subir el tono y dramatizar los relatos de la literatura juvenil e infantil.
El caso más reciente es el de La chica de la capa roja (2011), adaptación del clásico cuento Caperucita roja que mañana se estrena en Estados Unidos y el próximo 21 de abril llega a las salas chilenas. Su directora es Catherine Hardwicke, la misma realizadora de Crepúsculo (2008), y según se desprende del trailer que circula ampliamente por internet, la estética y la temática del filme respiran el mismo aire de la exitosa franquicia de vampiros.
La chica de la capa roja no tiene mucho que ver con la original narración que el francés Charles Perrault publicó en 1697 en la colección Cuentos con enseñanzas morales. Por el contrario, se trata de una versión donde el horror, el temor a lo desconocido y la tensión sexual están siempre presente.
El filme de Catherine Hardwicke fue calificado en EEUU para mayores de 13 años, aduciendo “violencia, criaturas terroríficas y algunas escenas con sensualidad”. En su trama, ambientada en un pueblo medieval, Valerie (Amanda Seyfried) se debate entre sus sentimientos y sus obligaciones: su corazón la impulsa a relacionarse con el joven leñador Peter (Shiloh Fernández), pero sus padres quieren casarla con el adinerado Henry (Max Irons). Mientras, un hombre lobo acecha al pueblo y su primera víctima es la hermana de Valerie. Para darle caza a esta criatura con la que la chica siente una extraña conexión, los pueblerinos acuden a los servicios del padre Solomon (Gary Oldman).
Mezcla de los mitos de vampiros y hombres lobos, la película es vista por su propia directora como una obra de connotaciones sexuales. Hace un tiempo, en entrevista con la revista Newsweek, justificaba esta orientación recurriendo a la propia fuente original de Perrault: “¿Por qué ella se va a la cama con el lobo? En la historia original, el lobo se viste de mujer y se acuesta con la chica.Me parece que eso es bastante perturbador”.
Las palabras de la realizadora corroboran el perfil de una cinta orientada al público juvenil y cuyos avances de cine vienen acompañados con música de la banda Nine Inch Nails.
Otros filmes
Este año y el próximo habrá además una serie de cintas similares, todas caracterizadas por ser adaptaciones más adultas de viejos relatos infantiles. El más avanzado es Blanca nieves y el cazador, cinta con Kristen Stewart (la heroína de la saga Crepúsculo) como protagonista, Charlize Theron en el rol de la reina malvada y Viggo Mortensen en el papel del cazador enviado a liquidarla en el bosque. La vuelta de tuerca del guión es que el hombre se enamora de la princesa y huyen juntos de la maléfica soberana. Paralelamente, Julia Roberts encarnará a la reina en el filme The Brothers Grimm: Snow White.
Por su parte, Guillermo del Toro también trabaja en una nueva versión de la novela infantil Pinocho (1883), del italiano Carlo Collodi, y su interés es retratar la naturaleza sombría de los ambientes en que el protagonista se desenvolvía en el relato original. Se tratará de un filme con la técnica animada del stop motion.
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