Las vacaciones que se han planeado por meses pueden transformarse en una pesadilla si sufrimos de estornudos, rinitis, picazón de garganta o reacciones adversas a picadas de insectos.
Por eso, es fundamental consultar con el especialista sobre las medidas que hay que tomar antes y durante el viaje. “Dependiendo del destino y la época del año, se puede recetar un aumento de la dosis; por ejemplo, usar un inhalador en la mañana y, además, en la noche o con doble dosis cada vez”, explica la doctora Ana María Agar, inmunóloga de Clínica Alemana.
Además en muchos lugares algunos árboles pueden estar en plena polinización, por ello un paseo por la ciudad o parque puede convertirse en una pesadilla. Por ejemplo, en el sur de Chile, los pastos y malezas polinizan entre enero y marzo. En zonas rurales también se suma el peligro de las picaduras de abejas. Por eso, los alérgicos siempre deben llevar los medicamentos necesarios para actuar frente a un shock anafiláctico.
En el avión:
– No dejar los remedios en la maleta, por si los necesita arriba o se pierde el equipaje.
– Una sinusitis o una infección de oído puede empeorar con la presión de la cabina, para esto se puede usar un inhalador nasal cada ciertas horas
– Si se tiene alergias alimentarias, hay que pedir comida libre de ese alergeno
– Una persona alérgica a mascotas, debe preferir una línea aérea que las prohíba
En el auto:
– Limpiar el auto para dejarlo libre de ácaros y hongos
– Mantener ventanas cerradas
– Dejar el aire acondicionado en no-recirculación
En el hotel:
– Los alérgicos a ácaros y hongos deben pedir una pieza soleada, seca, limpia, lejos de una piscina y donde no se pueda fumar, ya que humo y polvo se acumulan en tapices y aire acondicionado.
– Alguien que le tiene alergia a las mascotas, debe ir a hoteles que no las admitan.
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