Un equipo de científicos desarrolló una prueba que puede calcular la edad de un individuo con sólo una muestra de sangre.
El método puede ser utilizado, por ejemplo, por investigadores forenses que requieren información relacionada con la edad de un sospechoso o un muerto.
La técnica está basada en la identificación de una característica de un tipo de células inmunes, llamadas células T, que son transportadas en la sangre.
Estas células juegan un papel clave en el reconocimiento de “invasores” foráneos en el organismo, como bacterias, virus, parásitos o células cancerosas.
Como parte del proceso que estas células utilizan para reconocer a estos invasores producen pequeñas moléculas de ADN circular.
El número de estas moléculas, conocidas como círculos de escisión de receptores de célula T (sjTREC), disminuye a un ritmo constante con la edad.
Según los científicos, el estudio demuestra que este fenómeno biológico puede ser utilizado para calcular “con precisión y confiabilidad” la edad de un individuo humano.
Personas desconocidas
“La nueva prueba ha demostrado ser la más precisa de todos los análisis que se han diseñado para calcular una característica humana de fenotipo a partir de la información de ADN”, Dr. Manfred Kayser.
Este enfoque, dicen los investigadores, permitirá ubicar a un individuo en una categoría generacional que se extiende en unos 20 años.
La predicción de los “fenotipos” humanos -las características externas de una persona como color de cabello y ojos- a partir de la información del ADN es un nuevo campo emergente en la ciencia forense.
Pero actualmente, con la información del ADN sólo pueden ser identificadas unas cuantas características de fenotipos con suficiente precisión para tener implicaciones prácticas.
Tal como explica el doctor Manfred Kayser, quien dirigió el estudio, la nueva prueba ha demostrado ser la más precisa de todos los análisis que se han diseñado para calcular una característica humana de fenotipo a partir de la información de ADN.
“Los perfiles de ADN convencionales aplicados a la ciencia forense sólo pueden identificar a personas que ya son conocidas por los organismos investigadores”, explica el científico.
“Por lo tanto, cada laboratorio forense se ha encontrado con casos en los que el perfil de ADN obtenido del material de evidencia no corresponde a ninguno de los sospechosos analizados ni a nadie en la base de datos de ADN criminal”.
“En esos casos, se espera que la información que se desprende del material de evidencia ayude a encontrar a personas desconocidas”, agrega.
Los expertos esperan que la nueva prueba, junto con los métodos que se utilizan actualmente para reconstruir la apariencia de personas desconocidas a partir de una muestra biológica encontrada en la escena del crimen, ayude eventualmente a resolver más casos.
Los detalles de la investigación, llevada a cabo en el Centro Médico de la Universidad Erasmus, en Holanda, aparecen publicados en la revista Current Biology.
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