¿Tan brujas somos las mujeres?

Por Biut y Agencias

Domingo, ocho en punto. En el cine, yo, Pepito y unas copas de helado. Con mi amigo esperábamos la hora de entrar a la sala siete, cuando suena su celular, después de eso, ya nada sería como antes. Todo lo que vino luego de esa llamada, luego de esa salida, luego de unas semanas, hace que me pregunte, ¿realmente tan brujas somos las mujeres? ¡Qué atroz!

Esa llamada era de Mara, su casi nueva polola. Mientras hablaban, el rostro de Pepito comenzaba a cambiar, y de un tímido saludo, pasó a ser un hombre angustiado dando explicaciones. Cuando le cortaron el teléfono, se acercó y me dijo: “Parece que se enojó”. Obvio que se enojó, si le preguntó dónde estaba, con quién y le dio un sermón. Lamentable.

Luego de eso me tuve que quedar sola como 20 minutos, mientras él iba a cargar su celular y a llamar a su chica. Filo, qué le iba a ser.

Vimos la película, pero con un gusto amargo. Yo pensaba: “qué lata estar en medio de estas situaciones”.

Bueno, pasaron un par de semanas y mientras yo recordaba las palabras de mi amigo diciéndome que le había dicho a Mara que él no iba a dejar a sus amigas, me encuentro con una sorpresa en su estado de Messenger: “Mara, te quiero. Yeguas, aléjense”.  ¿Perdón? ¿Yeguas? Claramente esas palabras tienen destinatarias: sus amigas, entre ellas, yo, la inocente Lulú. Posteriormente, él confirmaría mis sospechas.

Qué quieren que les diga, lo encontré espantoso, humillante. Sobre todo cuando no he hecho nada, y no sólo yo, sino también todas sus otras amigas (que son varias). Bueno, no sé el resto, pero yo no acepto que me traten así, ¡chi, qué se creen!

Esto me hizo pensar, ¿tiene razón Mara en marcar así su territorio? ¿Está bien espantar a las amigas de tu hombre? ¿Todas somos así de brujas? ¿Sirve realmente de algo ponerle tantas restricciones a tu pareja?

Sinceramente mi respuesta a todas estas preguntas es no. Está bien sentir celos, es normal, pero todo tiene un límite.

La razón por la que pienso así es muy simple, si nos quieren engañar, lo harán igual, seamos brujas o no, y con nosotras pasa lo mismo.Tiene lógica esta frase, pero en la práctica parece que nos cuesta entenderlo.

Viéndolo así, si la otra persona nos ha demostrado ser sincera y leal, qué lindo es tener una relación en la que hay confianza, sin tanto control, ¿qué opinan ustedes?

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