Al grupo de ocho mujeres que denunciaron a Nicolás López en Revista Sábado, se suman tres nuevos testimonios publicados hoy por el mismo medio.
Entre los relatos, el más crudo corresponde a una mujer, de iniciales B.A.W.I. que cuenta que cuando tenía 17 años conoció a López -cuando él tenía 21- en Reñaca, días antes del estreno en el Festival de Cine de Viña del Mar, de Promedio Rojo, su primera película. Por haber sido menor de edad cuando ocurrió el hecho, en su declaración ante la fiscalía su nombre quedará bajo iniciales.
De acuerdo a lo que cuenta la revista, B.A.W.I recibió una invitación del director para asistir al preestreno de la cinta y fue con una amiga, Tania López, con quien además participó de la fiesta posterior en el Café Journal de la ciudad jardín.
“En el carrete López contaba cómo había logrado hacer su película. Era bien egocéntrico. Andaban varias chiquillas. La B.A.W.I. era una de tantas, pero se notaba que López estaba súper interesado en lla. Le decía ven para acá y le ofrecía cosas. Como que la iba a convertir en alguien importante”, cuenta Figueroa.
Sin embargo, el testimonio más estremecedor vino de la propia presunta víctima:
“Creo que a las tres de la mañana salí del baño vomitando, muy mal, y le dije que me quería ir para la casa porque me sentía pésimo. Él me dijo que no, que nos fuéramos a su hotel, el Marina del Rey. Yo no daba más, casi no podía estar de pie. Recuerdo que me ofreció cocaína. Me aseguró que con eso me iba a reponer y podríamos seguir de fiesta. Pero la rechacé. Él me dijo que en su hotel lo íbamos a pasar muy bien, que podíamos ver películas y pedir comida. Así que lo acompañe”.
“Me acuerdo de que le dije, tú sabes que no va a pasar nada ¿cierto? Y él me contestó tranquila, no te voy a penetrar. Penetrar a una menor de edad es delito. Llegamos a la pieza y yo estaba muy mal. Me desplomé en la cama”.
Posterior a eso, B.A.W.I. asegura que López se subió a la cama y se sentó sobre ella, la inmovilizó con sus rodillas. “Recuerdo despertar y sentir lo pesado que era y que me pegaba con su pene en mi cara. Me acuerdo de su cara asquerosa, mirándome todo el rato y me hacía como el gesto de encuadre con las dos manos, diciendo que nunca se iba a olvidar de esto. Sé que entró a mi boca. Jamás le dije no, pero tampoco le di consentimiento. Yo estaba muy curada. Me quedé dormida, pero de repente desperté porque me faltaba aire“. Al día siguiente habría aparecido el socio del director, Miguel Asensio, quien la llevó hasta la casa de Tania. A través de su abogado, el productor señaló no recordar el episodio.
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