Nunca se ha referido públicamente a lo que vivió con Herval Abreu. Sin embargo, ahora Josefina Montané decidió comentar algunos aspectos de lo que le tocó vivir cuando el director, acusado de acoso, trabajó con ella.
“Mi imagen importaba mucho, mi aspecto físico; entonces, la dirección se enfocaba más para ese lado”, señaló en el espacio Sigamos de Largo.
Una situación que quedaba de manifiesto con el mismo apodo que la rubia ostentaba en Soltera Otra Vez, donde la denominaban como “la flexible” y sus escenas siempre se enfocaban en su gran atractivo.
Por eso, Pin agregó que “me sentía más insegura. Ahora es otra cosa”, indicando que en Pacto de Sangre “me dejaron jugar, me dieron más libertad, confiaron en mí como actriz”.
Finalmente, Montané aseguró que, tras la experiencia, “yo no estoy dispuesta a ser más el objeto y, aunque me propongan roles que tengan que ver con eso, yo no voy a decir que si porque no me presto para eso”.
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