Durante esta semana se dio a conocer que el estado de Nueva York, en Estados Unidos, buscará prohibir los test de virginidad a través de un proyecto de ley.
Esto luego de la polémica causada por el famoso rapero T.I. que aseguró en una entrevista que lleva a su hija de 18 años una vez al año al ginecólogo, para que le realicen la prueba de virginidad, desatando una ola de críticas.
Según el medio británico, si se aprueba el proyecto, la práctica se volvería ilegal y cualquier médico que realice el examen perderá su licencia.
Los doctores que la llevan a cabo también podrían enfrentar sanciones o un juicio penal, y si el procedimiento se realiza fuera de un centro médico, se consideraría agresión sexual.
“Es una forma de violencia contra las mujeres y las niñas”, dijo la legisladora demócrata Michaelle Solagesa la BBC.
¿Qué son las “pruebas de virginidad”?
Lo que algunos llaman “prueba de virginidad”, es un exámen ginecológico que verifican si una mujer o niña tiene roto el himen, que es el tejido delgado que puede cubrir parcialmente la vagina. Esta práctica pretende determinar si la mujer tuvo relaciones sexuales vaginales.
¿Cómo se hace el examen?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las pruebas de virginidad o “prueba de dos dedos” suelen consistir en una inspección del himen para detectar rasgaduras o el tamaño de la abertura y/o en la inserción de dedos en la vagina.
La OMS afirma que “no hay pruebas de que ninguno de los dos métodos pueda probar si una mujer o niña ha tenido o no relaciones sexuales vaginales“, y aunque siguen siendo comunes en al menos 20 países, “no tienen relevancia médica y suelen ser dolorosas, humillantes y traumáticas para las mujeres“.
Los expertos en salud dicen que no solo es un método no científico, dañino y una violación de los derechos humanos de una mujer, sino que tampoco tiene sentido llevarlo a cabo.
En conjunto con ONU Mujeres, condenan esta práctica, calificándola como “médicamente innecesaria” y pidieron una prohibición global.
Una forma de discriminación de género
La OMS establece que “virginidad” no es un término médico ni científico, sino un concepto social, cultural y religioso que refleja la discriminación de género contra las mujeres y las niñas.
La expectativa social de que las niñas y las mujeres no haber tenido relaciones sexuales se basa en el estereotipo de que la sexualidad femenina debe reducirse al matrimonio. Esta noción es perjudicial para las mujeres y las niñas a nivel mundial, concluyen.
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