Hoy en día las prioridades de las mujeres han cambiado mucho y ya no está el único proyecto de vida ser madre. Las mujeres tienen otras aspiraciones y prefieren estudiar, trabajar, viajar y tener una estabilidad económica antes de convertirse en madre.
Es por esto que la edad de llegar a ser madre por primera vez se ha postergado bastante y según el instituto nacional de estadísticas, muchas mujeres chilenas se convierten recién pasado los 30 años en madres por primera vez. También ha disminuido la cantidad de hijos por mujer, llegando en estos días a un número menor a 2.
Las razones de postergar la maternidad son muchas. Primeros están como ya dicho los proyectos personales de cada mujer, pero también influyen mucho el nuevo escenario social, donde uno hoy en día cuenta con muy pocas redes de apoyo para criar a un hijo. Antes estaba toda la familia extensa, con la cual uno muchas veces incluso vivía bajo el mismo techo, por lo que un niño estaba al cuidado de muchas personas y conseguir una nana o una persona que cuidara del pequeño también era bastante más simple. En la actualidad, las parejas se encuentran muy solas y muchas veces tienen que criar a sus hijos por su propia cuenta, sacrificando muchas cosas y tener muy poco tiempo para realizar otras cosas. Se ven muy restringidos para seguir cumpliendo con sus sueños y proyectos personales y eso muchas veces los frustra.
A eso se suma el factor económico, donde la vida en Chile se ha encarecido mucho, como la educación y la salud por ejemplo. Pagar un colegio se ha convertido en todo un desafío para una pareja y los costos de los servicios en general han aumentado mucho.
Son muchas las inseguridades que le surgen a una mujer al momento de concebir un hijo, por lo que muchas desarrollan el instinto maternal mucho más tarde y deciden dejar la crianza para más adelante. Sin embargo la presión social sigue siendo muy alta y en nuestra sociedad muchas veces no se acepta una mujer que no quiera ser madre. Los chilenos somos muy poco tolerantes y aún nos cuesta aceptar alternativas distintas a la tradicional forma de ver a una familia.
Una mujer se puede ver influenciada por esa presión social y sumarse a sus dudas el miedo al arrepentimiento de no convertirse en madre a tiempo, es decir una mujer que se acerca a los 40 años y aún no ha podido tener un hijo por distintas razones puede desarrollar inseguridades y miedos y muchas veces tomar una decisión equivocada.
Aquí es importante que cada mujer tome su propia decisión sin sentirse presionada por las otras personas y decida por su cuenta lo que es mejor para ella. Si bien puede llegar el remordimiento, también puede llegar el arrepentimiento de no haber realizado todas las cosas que uno quiso hacer antes de ser madre por dejarse llevar por las presiones sociales.
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