Continuando con la columna anterior, la primavera es la época en la cual nos despojamos de la pesadez del invierno, gracias al calor del sol, el aroma de las flores y al viento que nos trae un aire fresco y que arrastra todo karma.
En esta época, además, nos preocupamos más de nuestro aspecto físico y es el momento ideal de seguir con todo el buen ánimo que trae consigo, para además combinarlo con la salud y bienestar personal.
Para armonizar entonces, con el Universo y la naturaleza, les puedo recomendar cinco principios básicos para sentirnos mejor a partir de hoy.
– El ejercicio correcto: Cualquier ejercicio suave y que no sea de alto impacto puede ayudarnos. Practicar Yoga, nadar, caminar, bailar o cualquier disciplina que no requiera de arduo trabajo, nos basta para ayudar a nuestro cuerpo. El Yoga por ejemplo, actúa como un lubricante, haciendo remover todas las impurezas y excesos que se acumulan en todo el cuerpo.
Con este tipo de práctica se mejora la circulación sanguínea y se da flexibilidad a las articulaciones y músculos. Los órganos se ven profundamente beneficiados, mejorando su función. No es necesario hacer grandes movimientos, basta con estirarte, elevar los brazos, hacer torsiones. Escucha a tu cuerpo y realiza lo que él te indique.
– La respiración correcta: Esto quiere decir respirar más y mejor. Al vivir inmersos en un mundo lleno de tensiones y necesidades, hemos ido perdiendo la conexión con nuestro interior y hemos modificado nuestro aspecto físico. Nuestro cuerpo se ve afectado por la sobre-estimulación, haciendo que éste se cierre.
El centro del pecho es un punto muy importante, pues es donde se alojan nuestras emociones. Respirar profundo ayuda a soltar esta parte del cuerpo y liberar todo lo acumulado. Para el Yoga, las técnicas específicas de respiración son las llamadas “pranayamas”, que significa “control de la energía a través de la respiración”.
La respiración está estrechamente ligada a la presión sanguínea y al sistema nervioso, por ende, si altero mi respiración, afectará también a las otras dos. Por eso, si estás alterada, estresada o nerviosa, simplemente respira profundo, haciendo trabajar la máxima capacidad de tus pulmones. Recuerda que al exhalar es el momento en que más te limpias de desechos, así que procura hacer las exhalaciones más largas que las inhalaciones. Comienza de a poco, hasta que re-eduques tu respiración, haciéndola muy profunda y prolongada. Esto varía según el estado de tu cuerpo, pues todas las personas son diferentes.
– La relajación correcta: La relajación es un método natural que revitaliza el cuerpo y la mente. Relajarnos es más fácil de lo que pensamos: después de estirar nuestros músculos y dar movilidad a nuestras articulaciones, el sistema nervioso se ve afectado también, calmándonos. Si a esto le agregamos una respiración profunda, la relajación se produce instantáneamente, sólo necesitas estar en un lugar tranquilo y por un instante olvidarte de todo. Aunque al principio sean sólo unos minutos y te parezca difícil hacerlo, te recomiendo perseverar.
Los mejores lugares para lograrlo, son los al aire libre, como el mar, la cordillera, los ríos, etc. Tiéndete en el piso, en el pasto o la arena, cierra los ojos, respira profundamente, alargando tanto la inhalación como la exhalación; y verás que ya te estarás relajando.
– La alimentación correcta: Los alimentos son los combustibles que mantienen nuestro cuerpo sano, entre mejor sea la calidad de este combustible, mejores resultados obtendremos y nuestro cuerpo-mente estará más sano y vital.
Sigue tus instintos, come sólo lo que necesites para subsistir; para calmar la sed lo mejor es el agua, no necesitas bebidas carbonatadas o alcoholes; ni para saciar tu apetito, grandes cantidades de comida llenas de grasas y productos tóxicos. El cuerpo-mente es inteligente, es necesario respetarlo y escuchar con frecuencia lo que éste nos pide.
– El pensamiento positivo y la meditación: Estas son herramientas muy poderosas para ayudarnos a lograr el control de nuestra vida. La meditación despeja la mente y mejora la concentración. Nos hace estar más alerta con nuestra vida y ser conscientes de cómo la cuidamos. También nos hace ser conscientes de los otros y entender mejor, que cada ser humano es valioso y nos conecta con la naturaleza y todos los seres que habitan la tierra.
Un día cualquiera en esta primavera, en algún lugar propicio y lleno de prâna circulando; estírate, flexibiliza tus articulaciones, alarga tus músculos. Llénate de aire fresco y puro, Alimenta tus células de oxígeno y energía. Relájate y disfruta de la vida. Agradece todas las cosas bellas que tienes el milagro de recibir todos los días. Honra tu cuerpo y tu vida.
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