Dicen que la fe mueve montañas y que la esperanza es lo último que se pierde. Pero muchas veces nos pasa que, tenemos tantos sueños por cumplir, que sólo nos quedamos en la fe y esperanza en vez de preocuparnos de hacerlos realidad.
¿Cómo poder concretar esos deseos que guardamos en lo más profundo? “Hay una trampa con la palabra deseos, en primer lugar, porque habla de algo que es inalcanzable o se asocia a algo que aún no logra ser satisfecho o cumplido. Por eso es mejor hablar de lista de propósitos, de metas o de intenciones”, señala Carmen Gutiérrez, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico.
La especialista indica que “para poder realizar esta lista, tienes que plantearte quién eres, qué tienes, qué has logrado, qué necesitas, qué quieres y, de esto último, qué puedes lograr”.
La lista que necesitamos para concretar
Según la psicóloga, al armar un listado de lo que queremos no sólo nos ordenamos y vamos poniéndonos metas claras, sino que además nos ayuda a “evaluar qué estoy poniendo ahí y si ello efectivamente lo puedo realizar, qué depende de mí y que no. Eso ayudará a que uno vaya definiendo y diferenciando lo que puede lograr o alcanzar, y focalizar esfuerzos”.
Además, esto colaborará en que no nos frustremos, ya que hay que diferenciar entre lo que podemos y no podemos lograr. “Muchas veces uno sufre por cosas que no están en nuestras manos o que no son posibles de alcanzar y de lograr o que no son posible de revertir”, plantea Gutiérrez, agregando que “es fundamental hacer una clara diferenciación de lo que se puede o no gestionar, ya que permite una mirada realista, ayuda a desarrollar la tolerancia y aceptación para lo que no está en mis manos y, obviamente, te aproxima a una sensación de bienestar y felicidad”.
Empieza a cumplir tus deseos
Además de armar una lista, la especialista recomienda varios pasos para empezar a concretar todo aquello que ha sido un anhelo durante tanto tiempo.
Deja de pensar en el “y si”
Pensar que yo sería feliz si mi marido, si mis hijos, si mi trabajo, si mi auto y si mis vacaciones, no es saludable. “La felicidad tiene que ver con la capacidad de disfrutar lo que se tiene y dentro de lo que se tiene, asumiendo lo agradable y lo desagradable como parte de la vida y de lo que implica estar parado en este planeta”. De esta forma, hay que plantearse metas realistas.
Que no te amarguen los sueños imposibles
Los sueños imposibles pueden llegar a ser malos cuando inspiran la lamentación, la pena, el agobio, el desaliento y finalmente la inmovilización. “Este tipo de deseos lo único que hacen es recordarte la permanente ausencia de aquello y hacen de tu vida aún más dolorosa, miserable o con sensación de carencia o de ausencia”, advierte Carmen Gutiérrez.
Conversa con tus más cercanos
Los que más te conocen te pueden ayudar a dilucidar que sueños son factibles y cuáles no. “Casi todos tenemos un punto ciego respecto de algo de nosotros mismos. Después de que uno tenga todo un poco más decantado y madurado, se puede conversar con otras personas que sean cercanas, a quienes les crea, quiera y valide, para que aporten otra mirada”, recomienda la especialista.
Define tus prioridades
“Obviamente una lista muy extensa de sueños será más difícil de concretar. Pero si uno plantea pequeños deseos, donde cada uno de ellos forma parte para articular algo mayor, no importa que tan larga sea”, aconseja la psicóloga agregando que, el gran riesgo de que nuestra lista se vuelva inalcanzable hará que dejes todo a medias, ya que tendrás que invertir “mucho tiempo, energía y dedicación”.
Descubre el significado de los siete sueños más comunes – Biut.cl
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