A pesar de los avances sociales en cuanto a la aceptación, en Chile aún es difícil “salir del clóset”. Así lo demuestra un estudio llamado “Ser lesbiana en Chile” realizado por la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio. En los resultados se pudo observar que más del 70% de las encuestadas dice haber sido acosada en la calle por este motivo y un 35% de ellas señaló no revelar su orientación sexual en todos los ámbitos de su vida, según informa el sitio Nueva Mujer.
En ese sentido, en una entrevista realizada por el mismo sitio a María Jimena Pereyra y su pareja, Tania García, entre otras cosas, se tocó el tema de la visibilidad lésbica en nuestro país, a lo que García señala que “ese miedo sólo reside en una, porque piensas que tus papás no van a entender. Es un alivio hablarlo en la familia y darse cuenta de que están felices. Al final, el miedo reside en una, pero es una también la que tiene que enfrentarlo. Soy de la idea de que hay que hablar, que todos se enteren, porque, si no, seguimos perpetuando los prejuicios”.
Maria Jimena agrega que cuando se hizo público su AUC, se dio cuenta del impacto y de la importancia de hacer visible algo así para ayudar a otras mujeres. “Cuando se hizo noticia que firmamos un AUC, me di cuenta de cuánto pesaba que una mujer lesbiana hiciera pública su relación en sociedad, o que mostrara públicamente su amor hacia otra mujer. Ahí tomé conciencia del impacto”.
Tania agrega que no tiene miedo de decir que María Jimena es su pareja. Ante esto, es categórica en señalar que “no tenemos que pedirle permiso a nadie para amarnos, no hay que tener miedo. Si queremos armar una familia, o andar de la mano, que todos sepan que estamos juntas, no tenemos por qué ocultarnos. No soporto que digan: “¿Ella es tu amiga?”. Yo siempre respondo: “No, es la mujer que amo”. No me importa si me echo a todo el mundo encima”.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de María Jimena Pereyra (@jimepereyra) el
Deseo de ser madres
La pareja ha intentado embarazarse en varias oportunidades, Tania cuenta que se ha sometido a tratamiento cinco veces. “Cuando firmamos el AUC, yo podría haber estado embarazada, porque por esa fecha fue el último intento. Llevamos tres inseminaciones artificiales y dos fecundaciones in vitro. Ha sido difícil, son muy pocas las probabilidades: la primera es alrededor de un 15%, mientras que la segunda un 30%. En Chile este procedimiento es caro, en Argentina está en el sistema público y es gratuito, pero tendríamos que estar un tiempo allá”, explica.
En Chile este tema es un poco más complicado, puesto que en caso de que una de ellas tuviera un hijo biológico, la otra no puede reconocerlo como suyo ante la ley, cuentan en Nueva Mujer, agregando que también han pensado en adoptar, pero la legislación chilena no lo permite.
“Por ahora no podemos hacerlo. La única forma es que anulemos el AUC y que cada una intentara adoptar como madre soltera, pero de todas maneras ese hijo o hija no podría ser reconocido por las dos. En Argentina existe la adopción homoparental, pero nosotras vivimos en Chile. Es injusto que debamos irnos para cumplir este anhelo. Es necesario que avance la ley. Las lesbianas existimos, ya no es algo que se esconde detrás de las casas”, señala Tania.
COMENTAR